Los empresarios y la campaña electoral andaluza

( ... ) El acuerdo de la Junta Electoral Central, que ha prohibido la campaña antiizquierdista de la Confederación de Empresarios Andaluces (CEA), plantea un delicado y engorroso problema sobre el uso de la libertad de expresión. Previamente, un juzgado de Sevilla había ordenado el secuestro de una página publicitaria al considerar el magistrado que la patronal no tiene derecho a intervenir como parte beligerante en la campaña.En el fondo, lo que ha molestado a socialistas y comunistas ha sido el tono panfletario del anuncio ( un puño que enarbola una manzana podrida, de la cual sale un gusano con hoz y martillo impresos), con aroma a iconografía de los tiempos más rancios de la lucha de clases. Sería el equivalente a la imagen distorsionada del empresario gordinflón, con chistera y gran puro, dedicado a la tarea de exprimir literalmente al escuálido proletario. Los creativos del agusanado símbolo no han sido precisamente sutiles. A pesar de ello, el vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), José Antonio Segurado, ha asumido, públicamente el contenido y forma del mensaje.

Poco acostumbrados como estamos a lis usos democráticos, la virulencia de la campaña andaluza -donde el partido en el Gobierno se juega bastante- asombra y escandaliza a los partidarios del fair play. Los telefilmes norteamericanos enseñan a veces que en Estados Unidos los poderes del dinero juegan a favor de los candidatos, pero de manera más solapada (véanse, por ejemplo, las artimañas del malvado J. R.). La división del trabajo exigiría que los políticos hagan política y que los empresarios se dediquen a invertir y a imaginar, aunque inviertan e imaginen también en sus líderes favoritos.

Ya hubo en la campaña gallega anuncios empresariales contra la izquierda. En Galicia ganó Alianza Popular, favorita de la CEOE., Pero no fue preciso el recurso a putrefactas manzanas.