Liberada por sus secuestradores la niña alemana Nina von Gallwitz

Tras cinco meses en poder de los secuestradores y el pago de un rescate de unos 65 millones de pesetas, la niña de nueve años Nina von Gallwitz pudo reunirse de nuevo, ayer, con sus padres, con lo que concluyó felizmente el secuestro más largo de la historia de la República Federal de Alemania.

En la madrugada del domingo, Nina apareció a la puerta de la estación de servicio de una gasolinera en la autopista cerca de la ciudad de Solingen. Varios hombres la habían llevado en el maletero de un coche y la dejaron con los ojos vendados y un despertador. Los secuestradores dieron a la niña la orden de llamar a un número de teléfono después que sonase el despertador.Un empleado paquistaní encontró a la niña, que estaba muy debilitada. Según declaró a la policía, Nina pasó la mayor parte de su secuestro echada. Los empleados de la estación de servicio llamaron a los padres y también a la policía, que llegó antes y se llevó a la secuestrada a una comisaría. Esto provocó un incidente entre los padres y la policía, que en un primer momento se negó a decir dónde se encontraba la niña, hasta la plena identificación de los padres, que habían llegado a la estación de servicio en busca de su hija.

El rescate fue posible por la intervención mediadora entre la familia y los secuestradores de un periodista de televisión, que ya había realizado una función similar en otro secuestro.

El mediador entregó a los secuestradores el pasado jueves una cantidad equivalente a unos 65 millones de pesetas, que fueron lanzados desde un tren en marcha a las 0.39 horas.

La entrega del rescate funcionó en esta ocasión. En los pasados meses, el padre de Nina había intentado sin conseguirlo, entregar varias veces el rescate exigido. En una ocasión tuvo que emplear hasta un helicóptero, sin que los secuestradores enviasen por radio el mensaje esperado.

En la tarde de ayer, Ninajugaba con sus hermanos en el jardín de su casa y se encontraba débil, pero en buen estado anímico.