Los acreedores aprueban la continuidad de Rania

La junta judicial de acreedores de la empresa Productos Lácteos Freixas, SA, conocida por el nombre de Rania, aprobó ayer, en Barcelona, un convenio de pago y continuación de la sociedad que pone fin a la situación de quiebra de la entidad. La declaración de quiebra de Rania fue instada por los trabajadores de la empresa en diciembre de 1980.La aprobación del convenio, efectuada por una amplia mayoría -sólo votaron en contra la sociedad láctea ATO, acreedora por un importe de dieciocho millones, y un pequeño acreedor por un total de dos millones- de acreedores, en representación de más de 2.000 millones de pesetas de pasivo, supone la continuidad definitiva de Rania y garantiza la comercialización de un importante porcentaje de productos lácteos catalanes. Una sociedad formada por cerca de un millar de ganaderos, denominada Unión General de Productores de Leche, SA, garantiza la consolidación de la empresa, tras adquirir el 90% de sus acciones.

El pasivo dictaminado en el procedimiento concursal de Rania ascendía a 2.500 millones de pesetas, hallándose repartidas las deudas entre más de 5.200 acreedores. El activo de la sociedad se cifró en 1.800 millones. El acuerdo concursal prevé el pago de la totalidad del pasivo en un plazo aplazado a diez años mediante el reintegro de un 11 % anual. Además del citado convenio, el problema laboral suscitado en la empresa resultó solventado mediante la rescisión de 140 contratos -de trabajo. El resto de la plantilla -425 trabajadores continúa con normalidad su relación laboral.

La solución adoptada en la empresa Rania no tiene precedentes en las industrias de alimentación catalanas. La quiebra fue instada por el abogado Rafael Jiménez de Parga en representación de los trabajadores. Unido a este hecho, muy infrecuente entre los procedimientos de crisis laborales en Cataluña, se confirmó una continuidad a la empresa mediante la formación de una sociedad anónima participada por ganaderos de toda Cataluña.