Casetes con la voz de Karol Wojtyla rezando el rosario en castellano
"La agresión física a la persona del Papa el día del atentato, representa la solidaridad absoluta de Juan Pablo II con los quebrantos del mundo contemporáneo", decía ayer el periodista José María Javierre, en la presentación de las casetes El rosario del Papa, de las que es autor el dominico, tambien periodista, José Antonio Martínez Puche.Javierre, ex director de El correo de Andalucía, en su discurso sobre "El Papa de la paz, víctima de la violencia", analizó la acción pacificadora de Juan Pablo II que, en su opinión, se plasma en tres iniciativas: la primera consíste en el acercamiento de las tres grandes ramas del cristianismo (católicos, ortodoxos y protestantes), prosiguiendo la idea de sus predecesores que no renunciaron a la Iglesia una y unida de los orígenes. La segunda tiene que ver con esa misión puente entre oriente y occidente que este Papa eslavo se ha propuesto cumplir y a la que tantas veces se ha referido: "si los polacos llegaran a una inteligencia práctica con el socialismo soviético, mediante el reconocimiento de ciertas libertades básicas a cambio de respetar la estructuras gubernamental", dijo Javierre, "un nuevo clima de distensión podría eliminar la guerra religiosa en que está sumida prácticamente Europa Oriental desde la revolución bolchevique".
La tercera es el prestigio mundial del Papa en la defensa de los derechos humanos:"el Papa está hoy constituído en lider mundial para la defensa de los derechos inviolables de la persona". Para el autor de los fascículos Juan Pablo II y nuestro tiempo, pensados originariamente como preparacion catequética de los catolicos españoles a la venida del Papa, Karol Wojtyla no se pasea por el mundo con ánimos triunfalistas, como a veces se dice, "sino con deseo de acercarse a los marginados y darles conciencia de su propia dignidad".
El acto tuvo lugar en la sede madrileña de los dominicos españoles donde reside el hasta ayer mismo presidente de la Confederación Española de ReligioGos (Confer), Cándido Ariz. La presidencia ha pasado ahora a un jesuita salmantino, Ignacio Iglesias, que es tambien superior de la Compañía de Jesús en España. Ignacio Iglesias es un hombre cercatio a las posturas de Pedro Arrupe.
