Una compañía de la Policía Nacional cargó anoche con botes de humo en la verbena del Retiro

"Sólo hay un policía municipal herido de carácter leve y un sargento que no se puede considerar ni herido, y no seis como afirma la Policía", declaró anoche Rafael Vera, delegado de Seguridad y Policía Municipal, en relación con los incidentes registrados anoche en el paseo de coches del Retiro durante una verbena de las fiestas de San Isidro. Según la Jefatura Superior de Policía, el número de heridos ascendió a once: siete números y cuatro sargentos. Los incidentes, en los que también resultaron heridos un número no determinado de asistentes a la fiesta, se convirtieron en verdadera batalla campal a partir de las 9.45, al llegarse a un enfrentamiento de grandes proporciones entre las fuerzas del orden público -Policía Municipal y Nacional- y asistentes a una verbena que tenía lugar en el paseo de coches del Retiro dentro del programa de actos de las fiestas de San Isidro.

El malestar comenzó hacia las cuatro de la tarde, hora en la que la Policía Municipal inició la requisa de mercancía, fundamentalmente bocadillos y bebidas refrescantes, destinada a venta ambulante no autorizada y la grúa procedió a retirar los vehículos de algunos de estos vendedores. Pasadas las nueve y media de la noche, varios presuntos vendedores, ambulantes saltaron una barrera de protección y trataron de llegar hasta los micrófonos instalados en el escenario en el que actuaba un grupo rock. Según parece, pretendían protestar contra la intervención de la Policía MunicipalLos municipales impidieron su acceso al escenario y se produjo un enfrentamiento, que fue en aumento, entre algunos asistentes al concierto y los policías, que hicieron uso de sus armas reglamentarias con fines intimidatorios y realizaron algunos disparos al aire, aunque el delegado Rafael Vera desmintió este particular. Esto provocó una corriente de pánico entre los asistentes, cuyo número, según las distintas versiones oficiales, oscilaba entre 2.000 y 6.000.

En ese momento el paseo de coches del Retiro se convirtió en un verdadero campo de batalla: vendedores de las casetas instaladas en los aledaños del paseo aseguraron que los supuestos vendedores ambulantes lanzaron contra ellos botellas y piedras. Según primeras estimaciones facilitadas por policías municipales a este diario, los alborotadores, "perfectamente identificados", no pasaban de treinta de un total de cien vendedores que se encontraban en aquél momento en la zona del paseo ocupada por el público. Los policías municipales cargaron indiscriminadamente, según testigos presenciales, y empujaron a ancianos, mujeres y niños, e incluso personas en sillas de ruedas.

Una vez la Policía Municipal logró restablecer un relativo orden y la fiesta continuó irrumpió una compañía de la Policía Nacional, y treinta coches z, y, sin previo aviso, sus componentes lanzaron botes de humo y realizaron disparos de balas de goma contra los asistentes. Un suboficial de la Policía Municipal aseguró a este diario que ellos no habían solicitado la intervención de la Policía Nacional. Otro municipal aventuró la hipótesis de que hubiera sido algún policía nacional de paisano el que diese el aviso. Los vehículos participantes en esta segunda intervención coparon inmediatamente todas las entradas de¡ Retiro y procedieron a registrar a todos los que pretendían salir. Se intervino una porra de goma, algunas navajas y petardos de feria. Varios números de la Policía Municipal insistieron en calificar como "desafortunada" la intervención de los antidisturbios, cuyos integrantes continuaron patrullando en grupos por el Retiro hasta pasada la media noche. La Policía Nacional practicó en total 39 detenciones.