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Andalucía, último ensayo de movilización empresarial

Joaquín Estefanía

Andalucía ha sido el tercer escalón y el ensayo general de la CEOE para la movilización empresarial cara a las próximas elecciones generales. Antes fueron Cataluña y Galicia los laboratorios de esta estrategia. Como en la zona sur de España las posibilidades de un triunfo socialista son superiores, la patronal ha realizado una campaña virulenta, reforzada con más medios humanos, técnicos y económicos. Las elecciones al Parlamento andaluz, aparte de su valor intrínseco, han sido el ensayo general de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) para la movilización empresarial en las próximas elecciones generales. Hasta el hecho de que se celebren en domingo tiene su significado; jamás, desde 1977, unas elecciones se habían celebrado en día festivo por temor a la abstención. Los empresarios habían protestado en cada ocasión, afirmando que la economía española actual española no estaba para perder cuatro horas de trabajo en votar.

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En esta ocasión se aceptó su propuesta, pero la CEA no lo ve como una concesión: "Todas las elecciones se tendrían que haber celebrado en domingo, como en Europa. Así pues, el, que ahora sea así no es una concesión de la Junta de Andalucía, sino una restitución de lo que es normal", declaró Salas Tornero, vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Cuando la patronal estudie a posteriori los resultados de la votación y la sociología de los comicios determinará científicamente si es bueno o malo para sus intereses (si se abstiene más la derecha o la izquierda) que las próximas convocatorias se hagan en período no laboral.La participación empresarial en las elecciones al Parlamento catalán, en marzo de 1980, fue una opción autónoma asumida desde Barcelona por Alfredo Molinas, presidente de Fomento del Trabajo Nacional -la patronal catalana-, con el beneplácito implícito de Ferrer Salat. El éxito de esta operación, frenando la llegad a de los socialistas al Gobierno de la Generalidad, fue capitalizado por Molinas, que de estar prácticamente depuesto de la úresidencia de la patronal catalana, pasó a convertirse en hombre clave de la CEOE. Pero también significó un modelo a estudiar en la estrategia de la patronal para el futuro inmediato.

La legitimación de que la movilización empresarial era la estrategia adecuada, lo hizo Ferrer Salat en el momento de su reelección como presidente de la CEOE, en septiembre de 1981. En aquella situación, Ferrer pidió a los representantes de todas las patronales españolas el mayor esfuerzo "para movilizar a todos los empresarios y a las fuerzas sociales que comparten nuestra concepción política, económica y social en apoyo de las opciones electorales y de los líderes que asuman expresamente este compromiso en una acción de gobierno coherente y eficaz".

Asimismo, el patrón de patronos hizo una llamada de atención a UCD: "Me atrevo a asegurar que resulta de mayor preocupación para muchísimos empresarios españoles que, con sus familiares y su indudable influencia social, consiguieron nutrir el elevado electorado que le concedió la victoria en las urnas en dos ocasiones. Si sus líderes, y la indudable responsabilidad del presidente del Gobierno, no consiguen superar la ilógica concepción del centro como una mezcla de ideologías dispares y a veces contrapuestas, con reminiscencias de nuestro pasado reciente, prevemos una inevitable y próxima derrota electoral entre el hastío del electorado".

Cataluña y Galicia, piedras de toque

Los empresarios catalanes apoyaron con casi cuatrocientos millones de pesetas a los partidos que consideraron más afines, en las elecciones al Parlamento catalán. El dinero fue empleado en organizar una campaña de propaganda y Prensa, principalmente destinada a oponerse frontalmente al voto marxista y a apoyar a los partidos defensores de un modelo de sociedad semejante al defendido por los empresarios, especialmente a Convergencia i Unió, Esquerra Republicana, UCD y Solidaridad Catalana. La lista de este partido iba encabezada por Juan Echevarría Puig, empresario de la derecha conservadora, el hombre que "despidió a Marcelino Camacho", informa desde Barcelona Enric Canals.

Pasadas las elecciones se repartieron fondos proporcionalmente entre estos partidos, aunque hubo una cierta desviación hacia la opción de Echevarría, pese a que no obtuvo representación alguna.

Veinte días después del discurso de Ferrer en su reelección, la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) iniciaba su campaña institucional en Galicia. Se la dirigía la misma empresa que ahora. lo hace, en Andalucía: Task, Consultores Técnicos Asociados, afincada en Madrid. La primera parte de la campaña se iniciaba llamando a la población a votar. La segunda parte no sería tan aséptica y se desarrollaría bajo, el lema "Queremos que se sepa que no somos neutrales", informa desde Vigo Antonio Ojea.

Los empresarios gallegos, que invirtieron oficialmente 110 millones de pesetas, terminaron abiertamente beligerantes contra los partidos de izquierda y los nacionalistas. "Cuando les conviene, son moderados", decía uno de los lemas más reiterados en carteles y vallas.

Si bien la campaña parecía apartidaria y dirigida solamente a impedir un progreso de los partidos marxistas y de los nacionalistas, lo cierto es que desde la cúpula de la CEOE se recogía un mensaje subliminal en provecho de Alianza Popular, vencedora en las elecciones, particularmente en los ataques a la política económica del Gobierno de UCD, oportunamente distribuidos en las visitas de Ferrer Salat y el equipo directivo de la CEOE a Galicia en plena campaña electoral.

Andalucía es diferente

La CEOE y la CEA han tenido muy en cuenta los ensayos de Cataluña y Galicia, y los han adecuado a la realidad andaluza: inexistencia de una burguesía histórica (Ia CEA nace apenas hace tres años), con lo que ello supone de escaso tejido social empresarial; dificultad para aplicar el concepto de clase al conjunto del empresariado ("En Andalucía coexisten una capa declinante, compuesta por aristócratas y terratenientes, que vota muy conservador, y una capa emergente que participa de la proletarización, compuesta por pequeños y medianos empresarios, más pragmática, que inclina su voto hacia UCD e incluso hacia un socialismo moderado como el que representa Escuredo", explica un economista andaluz, instalado en Granada); tendencia a un voto mayoritario de izquierdas en la región, lo que no ocurría de ningún modo en Galicia y sólo con muchos matices en Cataluña; presencia de andaluces entre los titulares de algunos ministerios económicos muy representativos (García Díez, vicepremayoritario de izquierdas en la región, lo que no ocurría de ningún modo en Galicia y sólo con muchos matices en Cataluña; presencia de andaluces entre los titulares de algunos ministerios económicos muy representativos (García Diez, vicepresidente económico; García Añoveros, ministro de Hacienda)...

Para hacer frente a esta situación y a la falta de sofisticación política de muchos empresarios, la CEA está realizando una campaña directa, sin matices, derecha contra izquierda, radicalizando el panorama. Esta reacción visceral ha conseguido sacar del desencanto de la primera etapa a muchos empresarios, que recibieron las instrucciones de la cúpula de Madrid con abulia y pesimismo.

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