"Ni se cerrará Lemóniz ni se traspasará su propiedad al sector público", afirma Martín Villa
El Gobierno va a seguir adelante con las obras de construcción de la central nuclear de Lemóniz (Vizcaya) hasta que el proyecto esté definitivamente concluido. Esta es una de las conclusiones a que se llegó en la reunión de tres horas de duración, mantenida en el palacio de la Moncloa, en la que participaron el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, el vicepresidente primero, Rodolfo Martín Villa y los ministros Ignacio Bayón, Juan José Rosón y Pío Cabanillas, titulares respectivamente de los departamentos de Industria, Interior y Justicia.
Martin Villa declaró a este periódico que ni se cederá al chantaje de los terroristas, ni se cerrará Lemóniz ni se nacionalizará el proyecto.Asimismo, el ministerio de Industria ha garantizado oficialmente, a través del jefe del gabinete técnico de este departamento, que no va a haber cambios en la propiedad de la central nuclear, en contra del rumor que ha circulado durante los últimos días sobre la posibilidad de que la titularidad de la central de Lemóniz fuese traspasada al sector público. Esta tesis, según casi todas las fuentes consultadas, era patrocinada por la dirección de Iberduero.
Rodolfo Martín Villa también confirmó este extremo a este periódico al señalar que: "el proyecto Lemóniz va a seguir adelante tal cual está planeado". "Hasta ahí podíamos llegar; lo último que vamos a hacer es ceder al chantaje de los etarras; ni se va a cerrar Lemóniz ", añadió el vicepresidente del Gobierno. "Tampoco va a ser traspasada la central al sector público", concluyó Martin Villa.
No obstante, la presencia del titular de Justicia en la reunión de ayer sólo podía ser interpretada dada la complejidad jurídica que entrañaría una operación de cambio de titularidad. "Es cierto que esa posibilidad ha estado presente en las conversaciones, pero ha sido definitivamente descartada", afirmó una fuente del Gobierno. El razonamiento de tal decisión sería que, por un lado, socializar el problema Lemóniz, tanto en su vertiente política (terrorismo) como financiera no contribuiría a resolver el conflicto, mientras que, por otro, se preguntaba la citada fuente, "no se nos ocurre qué garantías de puesta en marcha de la central pueda proporcionar el sector público estatal que no se le ocurran al Gobierno vasco".
Todo parece indicar, pues, que el proyecto Lemóniz va a seguir adelante en los términos ya pactados: Iberduero seguirá siendo la empresa propietaria de la central -Lemóniz representa el 54% de su inmovilizado neto- y el Gobierno vasco, a través de la sociedad pública creada para este fin, se encargará de su gestión.
Técnicos extranjeros
Otra de las decisiones acordadas en la reunión de ayer en La Moncloa ha sido la de proteger más y mejor, con medios más sofisticados, las obras de la central y a todas las personas que tengan cualquier grado de implicación con la misma. Los detalles concretos de esta protección será uno de los temas a tratar en la, reunión prevista para hoy entre el Gobierno central y el Gobierno vasco.
Lo que sí parece decidido, tras la decisión de los técnicos de la central nuclear de Lemóniz de "no volver a participar en dicho proyecto, por lo menos en tanto perduren las causas que lo hacen inviable", tal y como decían en una carta remitida hace dos días a la dirección de la empresa Iberduero, es contratar a noventa técnicos extranjeros. En estos momentos, el Ministerio de Industria tiene previsto comenzar. de inmediato a contactar con varias empresas extranjeras especializadas en proyectos nucleares, para poder reunir dicha plantilla de técnicos hasta que se concluya el proyecto Lemóniz. Estos expertos extranjeros, a los que se pretende contratar, son especialistas en actuar en situaciones límite y su seguridad está garantizada casi al cien por cien, ya que se ponen a su servicio las técnicas más avanzadas en sistemas de protección.
A pesar de las decisiones adoptadas por el Gobierno sobre el futuro de la central nuclear de Lemóniz, los parlamentarios del Partido Nacionalista Vasco manifestaban ayer su recelo ante la eficacia de las mismas, en los pasillos del Congreso de los Diputados. Para el portavoz de la Minoría Vasca, Marcos Vizcaya, el problema no termina con la finalización de las obras de la central nuclear, por el contrario, este punto marca el principio de nuevos problemas. Considera Marcos Vizcaya también, que la actitud adoptada por los técnicos de Lemóniz es comprensible, pero no justificable: "¿Qué pasaría?" se preguntaba, "¿si cuando ETA asesina a un guardia civil o a un, policía, da lo mismo que sea vasco o que sea nacional, los restantes miembros del cuerpo hicieran huelga de brazos caídos? ¿O qué pasaría también si cada vez que matan a un político nos marcháramos a nuestra casa?. Creo que en el País Vasco todos debemos asumir la parte de riesgo que nos corresponde, aunque comprendo las razones personales de los técnicos". Finalmente, Marcos Vizcaya se mostró de acuerdo en que bajo ningún concepto hay que cerrar la central nuclear de Lemóniz, porque de lo contrario, dijo "ETA habría conseguido el mayor éxito en su historial terrorista".
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