El PSOE considera irreversible la formación de un Gobierno de izquierdas en Asturias

El acuerdo PSOE-PCE para formar gobierno en Asturias es irreversible, pese a los inconvenientes de la alianza expuestos por los dirigentes federales del partido a la ejecutiva socialista asturiana, también mayoritariamente partidaria de pasar a la oposición antes que gobernar con los comunistas. Fuentes de esta misma ejecutiva consideran ahora que no podrá modificarse la decisión del comité regional de dar una cartera al Partido Comunista de Asturias.

La fuerza del Sindicato de Obreros Mineros (SOMA-UGT), muy implantado en las cuencas, que decidió la formación de un gabinete de izquierda para evitar un Gobierno UCD-AP, puede servir de elemento disuasor para cualquier hipotética operación que tuviera como objetivo la suspensión del acuerdo tomado por el comité regional de la Federación Socialista Asturiana (FSA). Un dato significativo de la influencia de este sindicato en el partido es la doble condición de miembro de las ejecutivas federal y regional del PSOE de su secretario general, José Angel Fernández Villa.En algunos medios socialistas está produciendo un auténtico malestar el sigilo con que el PSOE se dispone a asumir el gobierno de la región. Rafael Fernández, cuyo nombramiento como presidente fue publicado en el BOE el pasado miércoles, no jurará su cargo hasta el viernes próximo.

Desde el nombramiento de Rafael Fernández, el PSOE eludió cualquier pronunciamiento público al respecto. Entre tanto, la dirección socialista asturiana realiza un trabajo silencioso dirigido a imprimir al Gobierno un carácter presidencialista que difumine la presencia deun comunista en el Gabinete. La aparición de los ministros o consejeros regionales en programas de medios audiovisuales fue recibida con desagrado por Rafael Fernández.

El PSOE trata, por otra parte, de dar la impresión de que su pacto con el PCE no llega más allá de entregarle una cartera en el Consejo de Gobierno, a cambio de sus votos- para la proclamación del presidente. Esta actitud fue puesta nítidamente de manifiesto por un comunicado del comité central del Partido Comunista de Asturias, que lamenta la negativa de los socialistas a concretar un acuerdo global, que especifique las parcelas de poder atribuidas a cada uno de los dos partidos en Asturias. El viernes, Rafael Fernández jurará su cargo.