La creacion de Exit provoca una polémica sobre la eutanasia en Suiza
Una polémica en torno a la eutanasia activa acaba de desencadenarse en Suiza con motivo de la creación de Exit (asociación para el derecho a la muerte con dignidad), que cuenta con dos secciones -de acuerdo con la realidad bilingüe del país-, y la reacción airada de la Federacion de Médicos; Suizos, informa .
El doctor Karl Zimmermann, presidente de la citada federación, afirma en su último boletín que los partidarios de la despenalización del homicidio a petición de un enfermo muy grave o de un agonizante relanzan su ofensiva, después del fracaso en el Parlamento federal de una iniciativa tendente a legalizar la eutanasia activa en 1977. La sociedad Exit (salida) nació en Gran Bretaña para ayudar a poner fin a la vida de aquellas personas que lo deseara.El boletín recuerda que, en Suiza, el médico puede ser objeto de sanciones penales incluso si la muerte se produce a petición continua y reflexionada del paciente. Pero los partidarios de la eutanasia activa van a intentar consecuir una reforma del Código penal, a fin de que el homicidio a petición escape a cualquier forma de represión, según la féderación de médicos.
El doctor Zimmermann observa que, aun cuando el comentario a las "directrices sobre la eutanasia", dictadas or la Academia Suiza de Ciencias Médicas, retoma la tesis según la cual el médico debe respetar como ley suprema no la salud del enfermo, sino la voluntad del paciente, a más de un médico le costará acomodarse a ello.
Además, la federación de médicos estima que pueden plantearse seriás reservas ante los ataquesque se esperan contra las normas jurídicas y éticas hoy en vigor, ya que este tipo de asociaciones "tienden a difuminar el límite claro que separa todavía el suicidio del homicidio dispensado por una tercera persona".
El órgano de expresión de los médicos, suizos subraya que las directrices de la academia se pronuncian claramente a favor de una muerte digna, puesto que aconsejan al facultativo, frente a agonizantes, enfermos y heridos en peligro de muerte, que se limite a calmar el sufrimiento y no se sienta obligado a emplear todos los procedimientos terapéuticos orientados a prolongar la vida. Pero afirma que abstenerse de emplear medidas técnicamente posibles e intervenir en los procesos vitales que subsisten, para precipitar la muerte, son dos actitudes diferentes.
En conclusión, el presidente de la Federación de Médicos Suizos se pregunta si ante un enfermo muy grave la eutanasia activa representa la única forma de compasión, y si no se debería, en este campo como en el del aborto, "privilegiar resueltamente todas las medidas de asistencia a la vida".
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