Un portaeronaves natural anclado en el Atlántico.
La isla de la Ascensión, casi a mitad de camino entre los continentes americano y africano, se ha convertido para la fuerza expedicionaria británica el un auténtico portaeronaves anclado en medio del Atlántico, desde donde despegan las fuerzas de castigo. Por ejemplo, sus bombarderos Vulcan, que han ocasionado graves daños a las instalaciones aéreas de las Malvinas. También es la base donde se concentran fuerzas y pertrechos, como el que desembarca el helicóptero Sea King, para reforzar a la Royal Navy.
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