Conflicto interno en el PNV por la ley de Territorios Históricos de Euskadi

Las discrepancias internas en el seno de los nacionalistas vascos, que saltaron a la palestra cuando la Cámara vasca debatió la ley Presupuestaria, han vuelto a ponerse de manifiesto con la discusión de la ley de Territorios Históricos. Con la notoria ausencia del consejero de Economía y Hacienda, Pedro Luis Uriarte, se inició el jueves en Vitoria el debate parlamentario del mencionado proyecto de ley, que prevé la organización interna de la comunidad autónoma. Una iniciativa legislativa que, independientemente de las discusiones que está provocando entre el Gobierno vasco y los presidentes de las diputaciones, implicará, con toda seguridad, una remodelación técnica del gabinete. De momento, el consejero de Transportes, José Luis Robles, ha presentado ya la dimisión irrevocable de su cargo.

La sensación de colapso que se ha respirado en el ámbito parlamentario de Euskadi en los últimos meses, frente al retraso de casi un año que ha sufrido el debate de la ley de Territorios Históricos -a raíz de las diferencias existentes en el seno de los nacionalistas vascos- ha estado presente de nuevo esta semana.Cuando se abrió la veda sobre la ley de Territorios Históricos, hace tan sólo dos días la postura ambigua y poco decidida del grupo parlamentario de los nacionalistas vascos a la hora de defender el proyecto de, ley del Gobierno, frente a las enmiendas a la totalidad presentadas por los grupos de la derecha parlamentaria, puso de manifiesto la continuidad de las mencionadas tensiones. De hecho, la dirección del PNV ha recomendado "prudencia" a sus representantes parlamentarios, mientras las intensas reuniones que se están celebrando en Ajuria Enea entre el lendakari y los diputados generales no den la fumata blanca deseada.

Dejando entrever que la distribución de las competencias autónomas entre el Gobierno vasco y las diputaciones continúa provocando posiciones enconadas entre ambos organismos, el propio presidente del Gabinete autónomo se apresuró a reconocer a los medios informativos, hace tan sólo una semana, que la aprobación de la ley que deberá regular la organización interna de la comunidad autónoma, implicará una remodelación técnica de su Gabinete.

Aunque resulta inevitable pensar que la asunción de determinadas competencias por parte de las diputaciones implicará un traspaso de poder del Ejecutivo vasco, en determinadas áreas, en beneficio de los mencionados organismos provinciales y ello provocará la reoganización interna del Gobierno vasco, el hecho de contemplar la posibilidad de que desaparezcan algunos departamentos está provocando cierto malestar en el seno de los nacionalistas.

Posiciones ultraforalistas

Si bien es cierto que el ejecutivo autónomo guarda oficialmente un hermetismo total acerca de su próxima remodelación, fuentes del Gabinete no ocultaban a este periódico su preocupación ante la doble vertiente de la problemática que conlleva el debate sobre la ley de Territorios Históricos: el conflicto interno nacionalista y la reorganización técnica del Gobierno.Las tensiones internas surgidas entre posiciones ultraforalistas, encabezadas por los diputados provinciales, y posturas más integradoras, partidarias de dar prioridad a las instituciones comunes, protagonizadas por el vicepresidente Mario Fernández y el consejero de Economía, Pedro Luis Uriarte, ha sido la primera parte del conflicto.

Todavía faltan varias sesiones en comisión parlamentaria para finalizar el debate sobre la ley que deberá regular la constitución interna de Euskadi. Sin embargo, cabe resaltar que, debido a las transferencias que asumirán las diputaciones, existen, de momento, tres departamentos afectados, susceptibles de ser absorbidos en una nueva organización del Gabinete de Carlos Garaikoetxea: Agricultura, Transportes y Política Territorial.

Uno de los consejeros afectados, José Luis Robles, de Transportes, ha presentado ya su carta de dimisión al presidente del Gobierno vasco. Mientras fuentes próximas al propio Ejecutivo aseguraron a este periódico que lo único que ha hecho el consejero es "adelantarse a los acontecimientos", en círculos próximos al dimisionario se comentaba que la actitud de éste podría ser un ejemplo completo de las tensiones existentes entre, los militantes del PNV, entre los que se encontraría José Luis Robles y los "tecnócratas eficaces pero recién llegados al partido del Gobierno". Fuentes próximas al consejero de Transportes, que informaron a EL PAÍS de que dos colaboradores del departa mento han presentado también su dimisión en solidaridad con el titular, no ocultaban su temor a que se creara un "doble poder entre el partido y el Gobierno".