En defensa de la libertad expresión

La asamblea constituyente del Instituto Internacional de Prensa se celebró en 1951 en París. Nacía entonces una asociación de periodistas, editores, directores y profesionales de la comunicación de los principales periódicos de países de áreas no socialistas cuya mayor preocupación sería la de proteger la libertad de información en todos los países del mundo. En la actualidad el Instituto, que tiene la sede en Londres, está integrado por más de 2.00 periodistas de 62 países, entre ellos España.El Instituto Internacional de Prensa ejerce desde su fundación su objetivo de defensa permanente de la libertad de prensa funciones de denuncia de las censuras, ataques, controles, juicios y persecuciones a periodistas, así como de todas aquellas medidas de los gobiernos o entidades nacionales o internacionales tendentes a controlar la información. El IPI edita un boletín mensual en el que recoge y denuncia los ataques o los intentos de manipulación de la prensa en los países miembros. Algunas de las últimas protestas del IPI en relación con los ataques a la libertad de expresión se han referido en el caso español a la retirada de la credencial del director de Diario 16, Pedro J. Ramírez, para asistir al juicio del 23 de febrero. Una de sus últimas gestiones en el plano internacional ha sido la petición de que se realice una investigación oficial sobre la muerte de los cuatro periodistas holandeses en El Salvador. En la actualidad está estudiando la creación de un cuerpo propio de expertos juristas para asistir a los periodistas en los juicios por presuntos delitos de prensa.

En el plano informativo mantiene una postura contraria al denominado Nuevo Orden Informativo Mundial apoyado por la UNESCO y defiende el periodismo como profesión libre que no debe ser controlada ni por gobiernos ni por corporaciones de ningún tipo. En este contexto el Instituto Internacional de Prensa ha denunciado repetidas veces la falta de libertad de información en los países del bloque del Este. Estas posiciones han provocado duras polémicas sobre todo entre los gobiernos y muchos periodistas de los países en vías de desarrollo. Por otra parte el IPI ha sido criticado desde determinados asociaciones relacionadas con la información.