España y la defensa atlántica

(...) También Gibraltar, naturalmente, está incluido en esta estrategia. Esta zona marítima debe, según las concepciones españolas, estar subordinada al mando americano de la OTAN en Nápoles La Roca y el mar vecino deben estar mandados por un almirante español con la ayuda de un Estado Mayor internacional. (...)La integración exige, según argumenta la Marina, una nueva ordenación de la defensa aérea y del Mediterráneo: una protección de las líneas de comunicación marítima por la aviación atlántica; la sintonización para combatir los submarinos enemigos. Finalmente, la Marina y el Ejército aspiran a que la fuerza de intervención se halle unida a un comando de la OTAN para la defensa de Ceuta y Melilla. (...)

No es posible prever si todo esto se llevará a cabo y se convertirá en realidad. Hay una cosa cierta: España quiere entrar en la OTAN, y la Alianza está dispuesta a recibir con los brazos abiertos al nuevo miembro. Además, debe tenerse en cuenta que los elpañoles son maestros en el arte de la diplomacia. Su entrada en la OTAN no impedirá una estrecha colaboración bilateral con Estados Unidos. Desde el punto de vista militar, Estados Unidos continúa siendo el más importante aliado, más importante que toda la OTAN. España puede ofrecer a ese aliado una contraprestación: su situación estratégica. La cabeza de puente ibérica proporciona a los españoles la seguridad de que Washington tendrá un permanente interés en la alianza española.

, 5 de mayo