_
_
_
_
_

Más de 12.000 pesetas diarias cuesta mantener una cama en unidades de quemados.

Entre 12.000 y 19.000 pesetas cuesta mantener cada día una cama en una unidad de quemados española. Su elevado coste y la escasa ocupación que, afortunadamente, se registra en los centros especializados, son los dos factores que mueven a las autoridades sanitarias a una política de pocas unidades (ocho en total) situadas estratégicamente para recibir los casos que se producen en todo el territorio nacional, continental e insular.

Para empezar hay que buscar una distinción básica entre las lesiones relativamente leves (quemaduras de primer y segundo grado) y las lesiones graves (quemaduras de tercer grado). Aquéllas pueden ser atendidas en los centros hospitalarios convencionales.Las otras, no. Las grandes quemaduras precisan para su tratamiento unas condiciones y un utillaje muy particulares: asepsia rigurosa, protección contra infecciones, hemodiálisis, baños y duñas artificiales con regulación específica de la temperatura ambiente (hasta 30º centígrados) y del grado de humedad, todo ello manejado y supervisado por una plantilla de médicos y enfermeras perfectamente adiestrados para su tarea.

En España hay siete centros de atención a quemados y cirugía plástica dependientes de la Seguridad Social y distribuidos por las siguientes provincias: Barcelona, Sevilla, Madrid, Murcia, Valencia, Bilbao y Zaragoza. Además, hay que añadir a la lista el centro madrileño de la Cruz Roja, que tiene establecido un acuerdo con la Seguridad Social.

Estos centros totalizan 153 camas que le salen bastante caras al bolsillo del contribuyente español. No hay más que ver las cifras aporatadas por los propios centros: una camá en el de Sevilla, Virgen del Rocío, cuesta 18.904 pesetas al día; una cama en el de Barcelona, el Francisco ,Franco, cuesta, 13.934 pesetas, y así sucesivamente hasta las 11.665 que cuesta la cama en el de Valencia, La Fe.

El mantenimiento material de las unidades de quemados es, según se puede apreciar, muy costoso. Como también es costoso el mantenimiento del personal, altamente cualificado, que ha de atender al paciente. Y resulta caro, sobre todo, porque estos servicios se requieren con poca frecuencia.

En España, del mismo modo que en otros países europeos (Inglaterra, Suecia, Noruega), la tasa de accidentes con quemaduras ha descendido considerablemente en los últimos años gracias a la subida del nivel y la calidad de vida, y al impacto de las campañas de prevención y educación en amplios sectores de la población.

Actualmente se puede calcular que uno de cada 5.000 habitantes sufre una o algunas quemaduras al año, lo que le obliga a una estancia media en el hospital (contando con las operaciones de cirugía plástica, que en su caso también dependen del seguro médico oficial) de treinta treinta días.

El 95% de los pacientes afectados por quemaduras no superan el 90% (porcentaje de lesión que supone el riesgo casi inevitable de muerte). Y la mitad de ellos no asan del 9% (lo que significa una lesión leve de fácil curación).

La mayoría de los accidentes con quemaduras son de origen doméstico (aproximadamente del 65% al 70%.): una explosión de gas, un líquido hirviendo que se derrama, un niño que mete una agua de punto en un enchufe. Las quemaduras de origen laboral son cada vez más infrecuentes: hoy día sólo representan el 3,6% del total de los accidentes producidos durante el trabajo.

El cuerpo del quemado no necesita una atención tan inmediata y urgente como la de otros accidentados (víctimas de infarto de miocardio, de asfixia).

El quemado puede aguantar unas horas sin asistencia sin que eso ponga su vida en peligro. De ahí que sea factible el traslado a unos cientos de kilómetros, tarea para la que de momento se cuenta con los vehículos aéreos de la Guardia Civil y el Ejército.

"En efecto, hay suficientes camas de quemados para satisfacer la demanda real", según el doctor de la Plaza, director del Centro de la Cruz Roja de Madrid. "Quizá lo que no exista sea una planificación efectiva para posibles accidentes en masa, con treinta, cincuenta o, incluso, con un centenar de heridos. Una planificación a nivel nacional que afecte a todos los hospitales, tengan o no tengan departamento de atención a quemados".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_