El Parlamento afirma la identidad de España como nación europea

El pueblo español proclama su fe en Europa, con la seguridad de que el camino hacia la unidad europea es irreversible. Sólo la estrecha cooperación entre las naciones que comparten el respeto a los ideales democráticos podrá garantizar su supervivencia, dando soluciones a lacras sociales que, como el terrorismo y el paro, a todos afectan". Este párrafo corresponde a la resolución que el pleno del Congreso de los Diputados aprobó ayer por amplia mayoría, tan sólo con la abstención del Partido Socialista de Andalucía (PSA), para conmemorar el 33 aniversario de la firma del estatuto del Consejo de Europa.

Los otros dos párrafos que completan dicha resolución son los siguientes: "El pueblo español reafirma su identidad como nación europea Y su vocación de llegar a ser miembro de pleno derecho en todas las instituciones que sirvan a la causa de la unidad de la Europa democrática", y "en el día de Europa, el pueblo español, resuelto a colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la tierra, reitera el ideal de la justicia como fundamento de la paz y asume la salvaguardia y el desarrollo de los derechos humanos y de las libertades fundamentales como único camino para que Europa pueda mantener viva con dignidad la voz de su historia".La abstención de la Minoría Andalucista obedece, según explicó su portavoz, Miguel Angel Arredonda, al hecho de que se haya marginado a su grupo, tanto de la representación española ante el Consejo de Europa como de los trabajos realizados por esta delegación.

Iniciativa comunista sobre Turquía

Ayer, con motivo de la conmemoración del Día de Europa, los distintos grupos parlamentarios españoles celebraron un debate en 31 Congreso para examinar los trabajos de la delegación española ante el Consejo de Europa y las perspectivas de plena integración de nuestro país en la comunidad occidental. La nota más destacada de dichos debates la protagonizó el comunista Gregorio López Raimundo, uno de los doce representantes españoles ante este alto órgano europeo, quien, durante su intervención, manifestó que en la próxima reunión de la Asamblea de Parlamentarios del Consejo de Europa propondrá, nuevamente, la expulsión de Turquía como país integrante de los veintiuno que configuran el dicho consejo.

"Lo vamos a hacer", argumentó López Raimundo, "para demostrar que un país que no respeta la democracia y los derechos humanos no puede formar parte de nuestra comunidad occidental, y entendemos que una decisión así puede servir de advertencia a quienes en nuestro país quieren implantar un régimen dictatorial".

Esta propuesta comunista fue respaldada por el representante de la Minoría Vasca, otro del Grupo Mixto -Ramón Tamames- y los oradores de los grupos socialistas de la Cámara. Unión de Centro Democrático (UCD), por su parte, prefirió no mencionar el tema más que en una leve alusión de la intervención del presidente de la delegación española ante la asamblea parlamentaria, Joaquín Muñoz Peirats, quien se limitó a señalar: "Hemos visto con preocupación y profundo pesar los acontecimientos de Turquía. Es deseo ferviente de todos los parlamentarios europeos el retorno de Turquía al régimen democrático".

UCD prefiere, según manifestó ayer Javier Rupérez, atenerse a la decisión que sobre la expulsión o no de Turquía de la Europa de los veintiuno adopte el Consejo de Ministros, organismo que, en definitiva, es quien tiene poder resolutorio para ello. Asimismo, Rupérez recordó que la delegación española aprobó en su día la decisión de la asamblea de parlamentarios de suspender temporalmente la presencia de Turquía en este organismo.

En general, los grupos parlamentarios centraron sus intervenciones en realizar un análisis constructivo sobre las actividades del Consejo de Europa y la utopía de la unidad de los países democráticos occidentales, en la demanda de mayor poder ejecutivo (véase EL PAÍS de ayer) para las decisiones que se adoptan en dicho organismo, y el deseo de buscar soluciones pacíficas para resolver el conflicto de las islas Malvinas. Otra idea generalizada fue el deseo de integración de los países del Este que actualmente conforman el pacto de Varsovia en el Consejo de Europa.

"No renunciamos a que estas naciones formen algún día parte de la gran Europa en la que todos creemos", en palabras del diputado socialista Luis Yáñez. En este sentido cabe destacar que existe una comisión especial en la asamblea, denominada "de países no miembros" cuyo presidente es ahora el senador español Carlos Calatayud, y que se dedica, principalmente, a las relaciones con la otra Europa".

"La división de Europa", señaló el centrista Muñoz Peirats, "es artificial y artificiosa por muy reconocida que sea la frontera que nos divide. No podemos olvidar", concluyó, "que la Europa del que también es Europa, y por eso tendremos siempre la firme convicción de que Europa volverá a vivir conjunta y hermanadamente bajo los principios de libertad y de respeto a los derechos del hombre".

Finalmente, el presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, José María de Areilza, se dirigió a la Cámara para solicitar una solución pacífica al conflicto de las Malvinas: "En este día que señala el afán de Europa por la paz y la unidad", dijo, "quisiera dirigirme a todos los hombres y mujeres de los veintiún países miembros del Consejo de Europa que han sufrido ya dos guerras mundiales en lo que va de siglo".

"Estoy a la vez consternado y afligido", prosiguió Areilza, "por el número creciente de vidas humanas sacrificadas en el conflicto de las islas Malvinas, que sólo debe ser solucionado por la vía de la negociación. Dirijo por ello un llamamiento a los gobiernos de la República Argentina y del Reino Unido para que cesen las hostilidades y para que busquen, sin condiciones previas, una solución pacífica a su querella, con ayuda de los buenos oficios de las Naciones Unidos." Areilza afirmó que hacía este llamamiento "como amigo, tanto de la Argentina como del Reino Unido".