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Apoyo incondicional de EE UU a Londres en la crisis de las Malvinas

Estados Unidos optó ayer por aliarse abiertamente con el Reino Unido en el conflicto de las Malvinas. Washington facilitará a la flota de intervención británica todo tipo de apoyo logístico, al tiempo que deja en suspenso su ayuda económica y militar a la Junta que preside el general Leopoldo Galtieri. El presidente Ronald Reagan comentó en un almuerzo que Estados Unidos se había inclinado por Londres debido a que Argentina había sido el país agresor, al invadir la colonia británica hace cuatro semanas.

El fracaso de la mediación del secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, deja la puerta abierta de par en par al conflicto armado en el Atlántico Sur, que tan sólo podría evitarse con la intervención en el último minuto de las Naciones Unidas.El titular del Foreign Office, Francis Pym, viajará en las próximas horas a Washington para entrevistarse con Haig y con el secretario general de las Naciones Unidas, el peruano Javier Pérez de Cuéllar, según anunció anoche personalmente el ministro británico. Pym recalcó su confianza en que la justicia prevalecerá contra la agresión totalmente ilegal de Argentina".

Londres y Buenos Aires se encuentran virtualmente en estado de guerra desde la una de la tarde del viernes (hora de Madrid), momento en que entró en vigor el bloqueo total -aéreo y marítimo decretado por el Gobierno conservador de Margaret Thatcher en las doscientas millas que rodean el archipiélago de las Malvinas.

El silencio más absoluto reinaba hasta esta madrugada en Buenos Aires, a excepción de contradictorias declaraciones en torno a la resolución 502 de la ONU (suspensión de las hostilidades, retirada de todas las tropas argentinas de las Malvinas y búsqueda de una solución negociada). Un portavoz argentino explicó en la sede de las Naciones Unidas la disposición de su país a aceptar dicha resolución "siempre y cuando las negociaciones se inicien sobre la base del reconocimiento de la soberanía argentina sobre las islas".

Al hacer públicas las instrucciones emanadas de la Casa Blanca, Alexander Haig justificó el brusco giro norteamericano en base a que "está en juego la solidaridad hemisférica en un momento en que el adversario comunista busca adquirir posiciones de influencia en el continente".

Antes de que Haig anunciara su apoyo al Reino Unido, el diario Pravda, órgano del Partido Comunista soviético, resaltaba el hecho de que "después de todos los intentos de asustar a los pueblos latinoamericanos con la amenaza soviética, con la actividad subversiva del comunismo internacional, sea un país de la OTAN el que amenaza a un país latinoamericano y a la paz internacional".

Páginas 2 a 4

Editorial en la página 8

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