Inventiva-82, una muestra en dos niveles de la innovación en España
Una animada concurrencia -muchos jóvenes y muchos jubilados también- marcó el primer día de apertura al público de la exposición Inventiva-82, que permanecerá abierta hasta el próximo 9 de mayo en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, organizada por la Fundación García Cabrerizo para el Fomento de la Invención.
La exposición ha estado abierta a los investigadores privados, y también ha contado con la participación de centros institucionales y empresas privadas, con lo que el espectador profano puede saltar de contemplar la maqueta de un aerogenerador de pala de siete kilovatios de potencia que auspicia el Centro para el Desarrollo Técnico e Industrial (CDTI) del Ministerio de Industria, a observar un extraño aparato que resulta ser un podómetro -todo en nailon- de gran utilidad en las zapaterías.De acuerdo con el carácter popular del certamen, que pretende ser una muestra de la capacidad inventiva, tan maltratada, de los españoles, se pide el voto de los visitantes para elegir el Invento más popular. Se presentan al premio de la exposición, dotado con 100.000 pesetas, 94 de los casi trescientos inventos que participan. Ayer iba en primera posición en cuanto a número de votos, todavía escasos, un ventilador atomizador mezcla aire-gasolina para motores de explosión, seguido de cerca por un método presentado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas para el tratamiento de hollines mercuríferos.
Pero la mayoría de los inventos fruto de mentes individuales se dirigen mucho más que los citados a. resolver pequeños problemas cotidianos. Una fregona y cubo con tres recipientes permite utilizar el detergente durante varios días, puesto que no se mezclan el agua sucia y limpia. Un sistema de montaje de lámparas de cristal termina con el engorroso problema de mantenerlas limpias, y el ahuyentador de mosquitos electrónico a pilas promete librar a quien lo utilice de la plaga.
Otros son más complicados en su concepción, como el cardiopedal, manual o con motor -que demuestra un paciente tumbado en una cama- para realizar ejercicio estático, y que se prescribe para toda clase de males, incluidas las consecuencias del síndrome tóxico.
Es sabido que los inventores espñoles suelen llevarse medallas en los salones de Ginebra y Bruselas. En la exposición pueden verse algunos de estos inventos, en diversas fases de explotación comercial. Un sistema antirrobo para el automóvil obtuvo galardón hace sólo dos años, y un teleconector de aparatos a distancia por medio de la línea telefónica lo alcanzó hace ya cinco años. También se presentan inventos pedagógicos, como el sistema para que los niños puedan realizar dibujos animados.
Junto a todos estos inventos, lo presentado por empresas y organismos oficiales es mucho menos asequible para el profano, aunque represente la verdadera innovación tecnológica, en la escasa medida que se realiza en España. Pero, como señala el CDTI en su pabellón, "la experiencia en el campo del desarrollo tecnológico viene a demostrar que la proporción de invenciones técnicamente viables que pueda llegar al mercado en condiciones suficientemente económicas para hacerlas competitivas es muy baja", aunque los inventores, lógicamente, no quieran rendirse ante la evidencia, y sigan en la brecha.
Además de los premios del certamen, se otorgará también el XI Premio de la Fundación García Cabrerizo, y los días 3 y 4 se celebrarán unas jornadas de estudio sobre El innovador y la innovación industrial, con la participación del premio Nobel de Física en 1976, Samuel C. Ting.
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