Poco, rieron poco
Peter Bogdanovich se ha especializado en rodar películas que rindan homenaje a viejos géneros o estilos del cine norteamericano, bien reproduciendo sus mejores trucos (¿Qué me pasa, doctor?), bien tratando de colocar el fenómeno del cine como trasfondo de sus historias (The last picture show, Nickelodeon). Esta cinefilia ha ocultado a veces su gran capacidad de narrador, su propia autonomía creativa. Títulos como Targets o Saint jazz, más difíciles de encorsetar, han demostrado, no obstante, su disimulado talento, que de nuevo demuestra ahora en Todos rieron.En dominio de la puesta en escena, del montaje, del ritmo, se hacen ejemplares. Cada secuencia aislada podría analizarse en escuelas como si se tratara de momentos de cine clásico. El guión, sin embargo, no le ayuda en esta ocasión. Las anécdotas que viven los tres tristes detectives privados encargados de vigilar a esposas de altos ejecutivos no emocionan ni divierten. El ejercicio resulta frío, ajeno, aunque el homenaje a la comedia sentimental (Creemos en el amor) está realizado con todo rigor, respetando sus cláusulas y aun adaptándolas al presente, donde caben personajes que el cine norteamericano de hace años no se permitía ofrecer en los géneros dulces.
Todos rieron
Guion y dirección: Peter Bogdanovich. Fotografía: Robby Muller. Intérpretes: Audrey Hepburn, Ben Gazzara John Ritter, Patti Hansen, Dorothy Stratten. Comedia. Norteamericana, 1982. Locales de estreno: Roxy B y Narváex
Los perdedores
Pero los perdedores que Bogdanovich retrata (sobre todo el que Ben Gazzara interpreta con inteligente sensibilidad) se han estilizado tanto con la modalidad de la comedia romántica que quedan convertidos en postizos anacrónicos, sin la fuerza que hubiera permitido otro género más adecuado.Bogdanovich alterna el humor de un romance con la imposibilidad de otro, las aventuras disparatadas de un tímido con la difícil poesía de un perdedor, combinando ambos lenguajes con el común denominador del encanto de sus intérpretes. Bogdanovich es un devorador de l'amour ajeno.
Para esta película ha contado con la eficaz aportación de un buen número de jóvenes actrices, entre las que destacan Patti Hansen en el papel de taxista, si bien, como es Iógico, la publicidad destaca antes la presencia de Dorothy Stratten, brutalmente asesinada poco después del rodaje y a quien el director dedica el filme. Que no será, a pesar de todo, el que le haga figurar en las historias de cine.
Babelia
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