La busca y captura del dólar, principal 'diversión' porteña
La fisonomía de Buenos Aires no ha experimentado grandes cambios después del ataque británico a las islas Georgias del Sur.En la city, conformada por cuarenta manzanas que circundan el palacio de Gobierno, donde están los bancos y las agencias de cambio, se observan los corrillos de siempre y el trasiego de gente que quiere vender o comprar dólares.
La compra de la divisa fuerte por excelencia es casi una obsesión para los argentinos, y mucho más aún para el porteño, como se denomina antonomásicamente al habitante de Buenos Aires, que vive pendiente de las fluctuaciones de la divisa norteamericana.
Los habituales grupos que se forman frente a las pizarras de las casas de cambio comentaban el suave reajuste ascendente, que situó el verde (el dólar) en 12.000 pesos por cada unidad.
Pero esa tendencia alcista del dólar es natural, y, el Banco Nacional no tuvo que intervenir para neutralizar eventuales carreras en pos de la ansiada moneda norteamericana.
El mercado financiero, por su parte, acusó una relativa tranquilidad, con la única novedad de que, en contra lo que se presumía, se redujo el volumen de retiro de depósitos, observándose un leve repliegue de las tasas de interés en el mercado interbancario.
En un hotel de la céntrica zona de Retiro, perteneciente a una cadena norteamericana, se montó una sala de Prensa especial para los casi doscientos reporteros extranjeros que siguen desde aquí la crisis anglo-argentina que ha estallado por culpa de las Malvinas.
En ese hotel, la, gerencia dispuso ayer otorgar tratamiento vip, para personas muy importantes, a un matrimonio de origen norteamericano apellidado Youngguist, que al asentar su ingreso en el libro de registro escribió en el lugar correspondiente a la procedencia: "islas Malvinas, y no Falkland".
En el Círculo Policial, instalado también en la city, diletantes y simplemente curiosos contemplaban una exposición diel pintor español Fermín Gómez sobre las Malvinas.
A dos manzanas, otro pintor -éste, uruguayo-, Carlos Gallero, radicado en Argentina desde hace años, anunciaba que piensa viajar a las Malvinas y pintar allí una serie de cuadros en adhesión a la reconquista de: ese archipiélago.
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