Movilización de la enseñanza privada francesa contra la política de Mitterrand en el sector
Ayer comenzó en París la gran movilización de la enseñanza privada para conjurar las amenazas que para ella representan las intenciones de la política socialista en este sector. Más de 100.000 personas se manifestaron en la capital francesa. El Gobierno de François Mitterrand se enfrenta con uno de los problemas más delicados de su gestión.
La reunión de ayer en la Porte de Pantin (periferia parisiense) se perfila como el primer ensayo de un proceso que pudiera conducir a un nuevo estallido de la guerra escolar que desde hace dos siglos desata las pasiones en este país. El arzobispo de París, monseñor Jean Marie Lustiger, presidió el acto multitudinario convocado por los responsables de la enseñanza privada de la región parisiense únicamente. Varios actos de este género ya se han celebrado en provincias, y a lo largo de los próximos meses se acentuará la presión sobre el Gobierno.La concentración de ayer obedece a un objetivo último y genérico: disuadir al Gobierno de sus intenciones de crear "un servicio público y unificado de la educación nacional". Este lema resume el compromiso adquirido por Mitterrand el año pasado, durante su campaña electoral. Los representantes de la enseñanza privada entienden que las escuelas de su sector desaparecerán.
Desde que los socialistas están en el poder, el tema está sobre la mesa. Hace ya varios meses que el ministro de Educación Nacional, Alain Savary, inició una ronda de negociaciones para intentar concluir un consenso.
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