El presidente del tribunal declaró improcedentes varias preguntas de los defensores a Enrique Múgica
La esperada declaración del diputado socialista Enrique Múgica, con la que concluía la fase probatoria de la vista contra los 33 procesados por el intento de golpe de Estado del 23 de febrero, duró únicamente media hora y no aportó ningún elemento nuevo a lo ya conocido. El testigo insistió en que en el almuerzo que con anterioridad al 23-F celebró en Lérida con el general Armada, al que también asistieron el alcalde de la capital, Antonio Ciurana, y el secretario general de los socialistas catalanes, Joan Reventós, no se habló de la formación de un Gobierno de concentración ni de un golpe de timón "porque para ello está el Parlamento". El presidente del tribunal interrumpió media docena de preguntas de los abogados defensores, que consideró improcedentes.
Con la ausencia de los procesados coronel San Martín, los capitanes Abad, Dusmet, Alvarez Arenas, Bobis y Lázaro, el teniente Vecino y el civil García Carrés, se inició la sesión con la declaración del diputado socialista Enrique Múgica, a quien los cuatro defensores que intervinieron hicieron preguntas en torno a la comida que fechas antes del, 23-F celebró en Lérida con el general Armada, en presencia de Ciurana y Reventós.A preguntas del abogado Adolfo de Miguel, el diputado Múgica declaró que la iniciativa de que se celebrara la polémica comida partió del alcalde de Lérida, Antonio Ciurana, que les invitó a él y a Reventós.
-Adolfo de Miguel: ¿Era ese almuerzo parte de la estrategia de su partido para interesar al general Armada en la política?
-Múgica: Por supuesto que no.
-Adolfo de Miguel: ¿Recuerda usted una información aparecida en La Vanguardia en la que se decía que en la comida con Armada se había tratado de todo, incluso de un Gobierno de coalición?
-Múgica: Con todo el respeto para los periodistas, entre los que tengo muy buenos amigos, yo sólo me responsabilizo de las palabras que van firmadas por mí.
"Los golpes de timón los da el Parlamento"
Le interrogó luego el abogado Angel López Montero, defensor del teniente coronel Tejero, quien quiso saber si de las visitas que realizaba como miembro de la Comisión de Defensa del Congreso a capitanías generales y acuart'elamientos pasaba información a la misma y a su partido. Múgica afirmó que con respecto, a la comisión no había nada preceptivo, aunque era algo normal hacerlo. "Mi partido", añadió, "es un partido importante y debe conocer en todo momento el estado de opinión de las Fuerzas Armadas y de los demás estamentos de la vidla social.
-López Montero: ¿Fue al almuerzo de Lérida como miembro de la Comisión de Defensa, o como socialista?
-Múgica: Yo soy diputado socialista, pero si hubiera sido miembro de la Comisión de Agricultura no habría ido a esa reunión. Fui porque también era miembro de la Comisión de Defensa.
-López Montero: ¿En esa reunión de Lérida se habló del terrorismo y de otros asuntos relativos a la situación de España, como golpes de timón?
-Múgica: Sí. Se habló del terrorismo, de cuestiones locales y de otros asuntos, pero no se habló de golpes de timón, porque para dar golpes de timón está el Parlamento.
-López Montero: Bueno, yo me refería a golpes de timón en el sentido que le dio Tarradellas...
-Múgica: En la conversación no salió Tarradellas para nada.
-López Montero: ¿Hablaron de un Gobierno de coalición?
-Múgica: No se habló de eso. El presidente del tribunal interrumpió hasta tres veces seguidas otras tantas preguntas, que consideró improcedentes, del abogado De Meer, que quiso saber si había Gobierno en la tarde del 23-F, si había sido derrotado en la primera sesión de investidura el candidato Calvo Sotelo y si se estaba celebrando la votación cuando se ocupó el Congreso. "Le repito", le dijo el presidente del tribunal al defensor, "que eso ya lo conocemos todos".
-López Montero: ¿Vio usted oficiales de la División Acorazada en el hemiciclo?
-Múgica: No, no los vi.
Nuevamente el presidente del tribunal interrumpió una pregunta de la defensá, esta vez del abogado Muñoz Perea, que quería saber si el testigo había estado procesado por la jurisdicción militar.
Como quiera que el fiscal manifestó su intención de no hacer preguntas, concluyó el interrogatorio de Enrique Múgica y fue llamado a declarar el brigada Manuel González Lleras, que no comparecio. Los letrados que le habian propuesto como testigo y el fiscal renunciaron a escuchar su testimonio. Les agredeció esta actitud el presidente del tribunal, quien dijo que el brigada González Llera tendrá que explicar el motivo de su incomparecencia en la vista.
El presidente del tribunal anunció después la suspensión de la sesión por espacio de treinta minutos, con el fin de que el Consejo Supremo de Justicia Militar deliberara sobre las peticiones de careos que se han hecho a lo largo de la vista oral y la posibilidad de suspender el juicio hasta la próxima semana, para dar tiempo al fiscal y a los defensores, de modo que tengan tiempo de preparar sus conclusiones definitivas.
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