Guinea Ecuatorial busca en Ginebra ayuda internacional para la reconstrucción del país

El coronel Teodoro Obiang Nguema, presidente de Guinea Ecuatorial, recabó ayer, en el palacio de las Naciones de Ginebra, la ayuda de la comunidad internacional para la reconstrucción de su país. En un discurso prolijo en datos y un punto confuso, el presidente Obiang criticó la situación en que quedó su país tras la fase colonial española, criticó más duramente la gestión dictatorial del derrocado presidente Macias y reivindicó para su país una situación económico-social siquiera similar a la que poseía antes de que Guinea Ecuatorial alcanzara la independencia de España en 1968.

El presidente del Consejo Militar supremo ecuatoriano introdujo ante representantes de diecinueve Estados, organizaciones especializadas de las Naciones Unidas y entidades privadas, un plan trienal, mediante el cual las autoridades de Malabo confian en revitalizar la maltrecha economía del país, que no ha abandonado la postración en la que la dejó Francisco Macías, en agosto de 1979, tras once años de férrea dictadura.El objetivo del Gobierno de Malabo consiste en conseguir de la comunidad internacional la cobertura de varios programas de desarrollo por un monto de unos 14.000 millones de pesetas, ofreciendo como contrapartidas una seríe de facilidades inversoras para el capital extranjero y una madeja de expectativas de rentabilidad económica para la captación de recursos internacionales.

Los países reunidos en esta conferencia de donantes de Guinea Ecuatorial escucharon durante casi una hora y media el discurso del presidente ecuatoguineano, que alabó la ayuda brindada a la reconstrucción de su país por el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, y en el que han colaborado varias agencias especializadas de las Naciones Unidas. Entre los asistentes destacó la presencia de los representantes de la Santa Sede, Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, y también la nutrida representación española, encabezada por Joaquín Ortega, subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores, y en la que figuraba Jesús Martínez de Pujalte, director de la Oficina de Cooperación con Guinea Ecuatorial.

Cambiar de dirección

Si bien algunos observadores destacaron que en esta conferencia podría cambiar la dirección de la ayuda internacional al régimen de Malabo, protagonizada con creces por España, el subsecretario de Exteriores español manífestó a este periódico que el Gobierno español no alterará el monto ni la calidad de su ayuda a la ex colonia, cifrada hasta ahora en unos 10.000 millones de pesetas.Joaquín Ortega destacó que la ayuda proseguirá y mostró la satisfacción del Gobierno de Madrid respecto a esta conferencia de donantes, "que puede diversificar las apoyaturas multilaterales orientadas al relanzamiento guineano".

Son destacables las ausencias de China y de la Unión Soviética en esta conferencia, por cuanto que ambos países cuentan con una amplia trayectoria de cooperación con Guinea Ecuatorial y, según los observadores, con un poderoso ascendiente político sobre el régimen de Obiang Nguema, sobre todo la Unión Soviética.

Promesas marroquíes

Asimismo se espera con interés la intervención de los representantes marroquíes y franceses, al igual que la de los delegados de la Comunidad Económica Europea. Marruecos ha prometido intensificar su ayuda a Malabo y Francia contempla con suma atención todo lo que acontece en un país que, como Guinea, se halla incrustado de lleno en un área donde el ascendiente galo ha sido tradicionalmente muy elevado.En una conferencia de Prensa convocada por el presidente Obiang en la mañana de ayer, el jefe del Consejo Militar supremo que Gobierna en Guinea Ecuatorial aseguró que su país se encuentra en vías de democratizarse, si bien manifestó que después de la independencia de su país los partidos políticos locales se movieron más por criterios de tipo tribal que por motivaciones democráticas. El presidente aseguró también su disposición a entrevistarse con la oposición ecuatoguineana en el exilio, una de cuyas organizaciones denunció ayer en Ginebra la existencia de presos políticos y corruptelas en el país centroafricano.