Haig continúa su mediación entre Buenos Aires y Londres para evitar la guerra

Alexander Haig, secretario de Estado norteamericano, declaró anoche en Londres, al finalizar once horas de conversaciones con la primera ministra británica, Margaret Thatcher, que se habían registrado "ciertos progresos" hacia una solución diplomática de la crisis que estalló el pasado 2 de abril, tras la invasión argentina de las islas Malvinas. Pero, añadió Haig, aún quedan "dificultades sustanciales" por resolver, no se ha logrado "ningún acuerdo para la retira,da de tropas" ni concluído tregua alguna. El mediador norteamericano regresó anoche mismo a Buenos Aires, donde ya había estado el fin de semana. El optimismo ha renacido en los círculos diplomáticos, por entender remite el peligro de un enfrentamiento armado entre el Reino Unido y Argentina.

"El tiempo se está acabando", advirtió Haig, negándose a realizar ninguna precisión sobre la propuesta que había presentado a Londres, en nombre de la Junta Militar. Según informes oficiosos llegados de la capital argentina, Buenos Aires estaría dispuesto a retirar sus tropas del archipiélago a cambio de que se le reconozca su soberanía sobre la hasta ahora colonia británica.La primera ministra británica, Margaret Thatcher, convocó anoche una sesión de emergencia del Parlamento para mañana miércoles. En ella, Thatcher hara una declaración formal sobre sus largas conversaciones con el secretario de Estado norteamericano. Una cierta esperanza había renacido a última hora entre los funcionarios británicos, uno de los cuales declaró que ,aún hay una crisis, pero la idea de que vamos a la guerra parece desvanecerse".

Haig llegó en la madrugada de ayer a Londres, cuarenta minutos después de que entrara en vigor -sin incidentes, pues Argentina retiró sus buques- la zona de guerra en las 200 millas que rodean las Malvinas. Un Haig física mente agotado se entrevistó con Thatcher y sus ministros de Defensa y de Asuntos Exteriores John Nott y Francis Pym.

Según fuentes oficiales británicas, Haig conversó por teléfono desde Londres con su colega argentino, Nicanor Costa Méndez.

Los argentinos, según su embajador en Washington, Esteban Takacs, están dispuestos a negociar "todo, salvo la soberanía" de las islas.

La solución o "ideas específicas" de Haig, no confirmada por ninguna fuente oficial, consistiría en una retirada de las tropas argentinas de las Dlalvinas, el regreso del destacamento naval británico a sus bases y la suspensión de la declaración de "'zona de guerra" alrededor de las islas. A cambio, el Reino Unido debería aceptar la soberanía argentina sobre estas islas, que permanecerían ba-jo la "administración" británica.

Pero para empezar a negociar, como indicó claramente Pym el domingo en la cadena comercial de televisión británica, Londres exige una total retirada argentina, incluido el personal civil, algo a lo cual los argentinos no parecen dispuestos. Pym no rechazó la posibilidad de que una fuerza multinacional supervisara la retirada argentina y la administración de las islas mientras se prosiguen las negociaciones, pero Londres ha dado claros indicios de que esa fuerza debería contar representantes de países miembros de la OTAN o de la CEE.

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