De un tiempo

a esta parte, España está siguiendo un curso intensivo de europeización y occidentalización del cual el claustro de profesores se muestra sumamente satisfecho. No es para menos, y si no, a las pruebas me remito: para mayo, la OTAN; para Dios sabe cuándo, la CEE, y todavía mucho más lejos en el tiempo, la devolución de Gibraltar.Alguien importante ha dicho que Gibraltar y las Malvinas son acontecimientos distantes y distintos. Algunos han sido los que han invocado el carácter dictatorial del Gobierno de Buenos Aires para desautorizar el uso de la fuerza en el archipiélago austral... ¡Una vez más nos hemos ganado el aprobado en papanatismo ... ! Ahora sólo falta esperar a que la señora Thatcher, monsieur Mitterrand o el prócer de turno nos premien la aplicación, devoción occidentalista con una visita real a Gibraltar, una cremà de camiones de fruta o la puñalada de un contingente de importación para productos españoles... Menos mal que todavía nos queda 300 millones para convencer a nuestros hermanos americanos de que somos una auténtica comunidad. ¡Qué bochorno!/