Maria Asquerino se convierte en empresaria para reestrenar 'Anillos para una dama'

Mañana se reestrena en el teatro Reina Victoria, de Madrid, Anillos para una dama, uno de los grandes acontecimientos teatrales de principios de la década de los setenta. Escrita por Antonio Gala, la obra llena de intensidad, de finura y de belleza literaria, logra uno de esos personajes que da de tarde en tarde el teatro: Jimena. María Asquerino lo interpretó, entonces con gran fuerza, haciendo la creación más completa de su ya larga vida artística.

Según María Asquerino con esta obra, "Antonio Gala se adelantó en unas cuantas cosas, sociales y políticas, a este tiempo que vivimos" por lo que su reestreno le parece "oportunísimo".Anillos para una dama fue estrenada el 28 de septiembre de 1973 en el Teatro Eslava, convertido hoy, como tantos otros teatros de España, en sala de fiestas. "La acogida fue fantástica", recuerda la actriz. "Fue el acontecimiento teatral de entonces y gustó porque Gala se adelantaba a unas cuantas cosas que después, durante estos años, han sido actualidad, una especie de premonición no sólo en la política sino en otros campos de la vida española". De la misma opinión es el director, entonces y ahora, del montaje, José Luis Alonso, que concede al texto de Gala la misma eficacia. "Siempre hay que desmitificar algo", dice, "siempre hay que ir bajando del caballo a algunos de esos personajes que vemos emborrachados por las grandes palabras y las escasas realidades. Gala quiso desmitificar al Cid en particular, pero con él a los grandes farsantes. Además, la obra mantiene su valor textual, la gracia, la ironía y el humor que brota en cada instante en la prosa de Gala".

Esa "absoluta vigencia" de Anillos para una dama ha animado a María Asquerino a la reposición, aunque la palabra reponer le parece poco acertada. Prefiere que hablemos de reestreno e, incluso, de estreno. Porque en la obra "han cambiado muchas cosas". "Quizás no han pasado demasiados años desde que hice aquel papel por primera vez pero es que, si espero más, no estaría en la edad del personaje. Además, por ahí fuera, los actores tienen un personaje que repiten de vez en cuando porque les marcó en su carrera. Ese es mi caso con Jimena".

María Asquerino es la primera vez que actúa de empresaria de sí misma, al lado de Salvador Collado, en esta aventura que está "segura de que va a salir bien". "Nunca necesité convertirme en empresa porque siempre me ofrecieron papeles, menos en estos últimos seis años. Y me tenía que decidir".

¿Por qué Anillos para una dama? "Lo hablé con Collado, con Gala y con José Luis Alonso y decidimos este reestreno, que ahora hago de una manera muy distinta, con una interpretación hacia dentro, más profunda, diciendo los discursos sobre la Iglesia o el Estado menos patrioteramente, con esa intensidad que en el léxico teatral llamamos hacia dentro". Por eso, aunque en cuatro días de ensayo la actriz ya había recuperado la memoria del texto "como si lo hubiera aprendido de niña", le ha costado "un esfuerzo tremendo volver a decirlo de esta otra manera".

La actriz vuelve al teatro "con un gran entusiasmo, con una ilusión" que le ha hecho cambiar hasta físicamente. "Cuando interpreto un personaje me meto tanto en él que me influye físicamente, se mete él en mí. En este caso, he adelgazado siete kilos porque, además, el no trabajar te pone de mal humor, y el mal humor te incita a comer, aparte del ejercicio que supone estar dos horas en el escenario, a dos funciones diarias. Es un ejercicio, mental y físico que ríete tú de un tenista".

Este ejercicio lo inicia María Asquerino el sábado, lo interrumpe el 15 de junio por culpa del Mundial de Fútbol, que aprovechará "para darse una vuelta por ahí", por Londres y Nueva York, a ver si encuentra una obra para después de Anillos para una dama. Es este su papel nuevo, de empresaria. Porque, al momento, vuelve a ser actriz "que añora hacer teatro español, que es lo que mejor hacemos porque se representan nuestras virtudes y defectos, nuestros problemas".