La futura ciudad cooperativa de Tres Cantos tendrá un sistema de distribución de agua termal

El aprovechamiento total de la cuenca geotérmica de Madrid supondrá, entre otras ventajas, un ahorro de divisas de unos 2.650 millones de pesetas anuales. Este factor, a juicio del Ministerio de Industria y Energía, justifica por sí solo el plan de prospecciones que se lleva a cabo al norte de Madrid y que ayer experimentó un importante impulso con el alumbramiento controlado de agua termal, a razón de cincuenta litros por segundo y desde profundidades superiores a los 2.000 metros, en los terrenos de la futura ciudad cooperativa de Tres Cantos, situados entre los kilómetros 20 y 23 de la autopista a Colmenar.

Según información de los expertos que realizan los trabajos de prospección, la cuenca geotérmica de Madrid puede abarcar desde Brunete hasta la carretera de Burgos, por un lado, y en la línea norte-sur, desde Colmenar hasta la plaza de Cuzco, de Madrid. Esto significa que a grandes profundidades puede existir una reserva de agua termal suficiente para abastecer a 350.000 personas en núcleos de población situados en el norte de la capital. Para ello se tendrían que practicar veinte dobletes, entradas de agua por las que se repondría el agua extraída de los acuíferos. Además de los dos sondeos realizados en San Sebastián de los Reyes y Tres Cantos con resultados positivos, se han llevado a cabo otros en Cataluña, región Sureste, Galicia, cuenca del Duero, Canarias y norte de Aragón, dentro de un programa de investigación de nuevas energías del Plan Energético Nacional. Sólo el abastecimiento del área de Tres Cantos, de unos cuatro kilómetros y medio de diámetro -cubriría una extensión equivalente a la que separa la plaza de toros de Las Ventas de la Casa de Campo-, sígnificará un ahorro energético de unas 5.000 toneladas anuales de petróleo y la provisión de agua caliente con bajas temperaturas -entre 78 y 80 grados- para unas 20.000 personas, a razón de 50 litros por segundo.

Madrid, sobre una gran masa líquida

Los especialistas del Instituto Geológico y Minero especulan aún con la posibilidad de que todo el norte de Madrid sea un gran lago subterráneo de agua rojiza y salobre, o más bien se trate de una serie de acuíferos distintos, independientes entre sí. Por lo pronto, en los trabajos de sondeos se han encontrado también, más cerca de la superficie, acuíferos de agua fría susceptible de aprovechamiento para usos no sólo industriales o de calefacción, como es el caso del agua caliente salobre. Los técnicos manifestaron ayer que se ha procedido a aislar estos yacimientos para evitar la contaminación de los de agua fría y dulce por el agua salada.La aplicación de este sistema de explotación a las redes térmicas de París desde el año pasado y la previsión de que en 1990 un total de millón y medio de viviendas se abastecerán de agua caliente subterránea en Francia ha impulsado a los resortes energéticos espanoles a intensificar las prospecciones. Los costes son elevados, pero la rentabilidad parece asegurada. El agua obtenida y reinyectada mediante el doblete tan sólo pierde dos grados de temperatura en setenta años. En cuanto a los costes, un ingeniero empleado en las prospecciones ha manifestado a este diario que la máquina que extrae el agua y el personal a su servicio significan un gasto de 600.000 pesetas diarias, a las que hay que añadir las 200.000 de los compresores alquilados a una empresa francesa. Según otra información de un directivo de la empresa nacional Adaro, que realiza el proyecto, el sondeo de Tres Cantos, con el doblete incluido, significará un presupuesto de 350 millones de pesetas, y cada uno de los veinte dobletes previstos habrá costado 500 millones cuando el acuífero empiece a ser explotado industrialmente.

El interés de la Administración por esta fuente de energía se ha incrementado a raíz de la crisis del petróleo. Hace tres años se realizó en las Canarias un primer sondeo, y a él han seguido otros muchos hasta la localización de la gran bolsa del norte de Madrid.