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El general Milans y otros procesados provocaron un escándalo y la suspensión de la vista

El teniente general Milans del Bosch, el capitán de navío Camilo Menéndez, el teniente coronel Mas -ayudante del primero- y el comandante Pardo Zancada provocaron ayer tarde un escandaloso altercado que obligó a la suspensión de la vista del juicio del 23-F cuando era interrogado el teniente general Sáenz de Santa María, que comparecía como testigo. Familiares de los procesados y la mayor parte de los codefensores militares -entre ellos el teniente general Díez de Mendívil, codefensor de Ibáñez Inglés- abandonaron la sala donde se desarrolla el juicio contra los 33 procesados por rebelión militar, desobedeciendo las órdenes del presidente, quien, a solicitud de un defensor y atendiendo a la hora, las 17.45, levantó la sesión. El incidente vino precedido por otro menor cuando testificaba el general Aramburu: un grupo de familiares de los encausados abandonó la sala en señal de protesta, al manifestar el testigo que eran calumniosas las frases atribuidas a él.

Se espera que, conforme a lo anunciado, el juicio se reanude a las diez de la mañana de hoy, con el testimonio del teniente general Sáenz de Santa María, aunque se desconoce cuál será la actitud de procesados, defensores y de los propios componentes de la sala de justicia tras el gravísimo incidente de ayer. A última hora de la tarde los miembros del Consejo Supremo de Justicia Militar se reunieron para tratar el asunto, aunque fuentes militares le daban un carácter informal a la reunión. Asimismo, los codefensores militares que abandonaron la sala, y que están sujetos a la disciplina militar además de estarlo a la procesal, intercambiaban puntos de vista sobre lo ocurrido.Anoche no se había obtenido ninguna reacción oficial de la Presidencia del Gobierno ni del Ministerio de Defensa. Leopoldo Calvo Sotelo salió a última hora de la tarde hacia Cartagena, desde donde viajará a Andalucía.

En un breve encuentro con los informadores que le esperaban en el aeropuerto de San Javier, Leopoldo Calvo Sotelo afirmó: "No vengo a hacer declaraciones, sino a descansar; no me gusta hacer política en Semana Santa".

El altercado provocado por el ex capitán general de Valencia otros procesados ocurrió entre las 15.30 y las 15.45 horas, cuando Adolfo de Miguel, defensor de Camilo Menéndez, Pardo Zancada y García Carrés, pretendió que el teniente general Sáenz de Santa María señalara como incorrecta la calificación de rehenes aplicada a los parlamentarios y al Gobierno de la nación, secuestrados el 231

Sáenz de Santa María, muy al contrario de la pretensión de la defensa, comparé, la situación de los diputados y del Gobierno en aquella ocasión con la de los rehenes de un secuestro aéreo. El teniente general Milans, que ya había provocado un incidente momentos ante y agitado su mano en gesto despectivo hacia la presidencia de la sala, se dirigió hacia un micrófono y dijo:

-Pido retirarme; me encuentro malo; esto me da náuseas, me da asco. ¡Me marcho!

El teniente general Milans volvió a hacer un gesto despectivo a la presidencia y abandonó la sala, mientras el teniente general Luis Alvarez, con tono imperativo, le advertía sobre las responsabilidades en que estaba incurriendo. Otros encausados se levantaron para iniciar la salida -Camilo Menéndez y Pardo Zancada lo habían hecho con anterioridad-, pero, ante las órdenes del presidente de que permanecieran sentados, obedecieron y regresaron al banquillo, salvo el teniente coronel Mas. El teniente coronel Tejero no compareció a la sesión de ayer.

A última hora de la tarde, la práctica totalidad de los defensores se personó en el Colegio de Abogados para informar de los incidentes al decano del mismo, Pedrol Rius, y pedir su mediación.

Páginas 13 a 16

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