En apoyo de la LAU

Como profesor no numerario de universidad, quiero expresar mi opinión con respecto a la LAU, que ustedes defendieron con tanto acierto en su editorial Catedráticos contra la LAU.Considero que la LAU es la única esperanza -ustedes lo decían- que tenemos de renovar el anquilosado sistema de nuestra universidad, que actualmente está completamente de espaldas, en su estructura y funcionamiento, al proceso democrático.

También opino que esta ley tan frágil -perfectible- debe salir adelante porque ofrece una consolidación y seguridad de permanencia a aquellos que reúnan un mínimo de condiciones de investigación y docencia.

Simplemente por el hecho de abolir las oposiciones -nepotistas y superarbitrarias- constituye ya un hecho positivo, que sólo puede preocupar a aquellos catedráticos que pugnan por un cerrado control sobre el cuerpo de profesores universitarios.

Desde aquí envío mis mejores deseos de ánimo al ministro Mayor Zaragoza y confío que la Coordinadora de Penenes comprenda la imposibilidad de conseguir en este delicado momento mayores mejoras, por riesgo de que esta ley -mejor que la existente, con dife rencia- quede en el tintero de los buenos propósitos./