México puede cancelar su programa nuclear ante los problemas financieros que atraviesa
El Gobierno mexicano se encuentra estudiando la posibilidad de cancelar, o retrasar indefinidamente, su ambicioso programa nuclear ante los problemas económicos que le está creando, entre otros factores, la actual situación del mercado mundial de crudo. La cancelación del programa, que implica una inversión superior a 30.000 millones de dólares, afectaría a los intereses industriales españoles que, junto a dos multinacionales norteamericanas, han ofertado para participar en el mismo.
El diario económico londinense, Financial Times, informaba ayer en su primera página de la posibilidad de cancelar el proyecto, calificado por un alto funcionario mexicano de "suicidio" económico en un país que posee petróleo barato y abundante. El proyecto implica la instalación de varias centrales nucleares con una potencia global de 20.000 megavatios, a un costo a precios actuales de 30.000 milllones de dólares.Fuentes próximas a los intereses españoles que participan en una de las ofertas presentadas al Gobierno mexicano, consultadas por EL PAIS, mostraron ayer su extrañeza por la información del periódico británico y manifestaron su convicción de que esa posibilidad de cancelar el proyecto "hay que englobarla en la campaña electoral mexicana", abierta desde hace meses para encontrar el sustituto al presidente López Portillo.
Cuantificar las reservas petroleras
La tesis del periódico británico es que México, un productor con un potencial petrolero aún por determinar, se encuentra en una fase de cuantificación de sus reservas petroleras, que se saben que son muy elevadas y muy superiores a las cantidades hasta ahora anunciadas. Mientras tanto, su deuda exterior aumenta cada día, hasta totalizar más de 70.000 millones de dólares a los precios actuales.
Con un potencial de crudo -mucho de ello de baja calidad y sólo aprovechable en la producción de energía eléctrica- superior a los 72.000 millones de barriles de crudo -capaces de satisfacer la demanda que tiene en la actualidad durante sesenta años-, pero con unas necesidades agobiantes de inversión a corto plazo para desarrollarlo, que sólo puede venir del exterior.
Muchos consideran que es "poco probable" que el Gobierno mexicano cancele el proyecto nuclear, aunque si es factible que el mismo experimente un cierto retraso en su puesta en marcha.
Este retraso es previsible en función de los problemas económicos y electorales que experimenta el país cada vez que se produce un cambio de Administración. Medios políticos familiarizados con la situación mexicana señalan que es "muy normal" que la Administración saliente adopte, en los últimos meses, medidas claramente antipopulares para dejar las manos libres a sus sucesores.
Así se entienden, por ejemplo, las últimas medidas monetarias adoptadas por la Administración de López Portillo, que ha devaluado el peso en más de un 40%, así como la rebaja de los precios de los crudos, que ha provocado que el petróleo mexicano -uno de los mayores orgullos del país- se encuentre en los mercados hasta cuatro dólares más barato que su directamente competidor, el venezolano.
Asimismo, otras fuentes recuerdan el "carácter político" del proyecto nuclear, diseñado hace años pero sólo relanzado por la Administración de López Portillo, una Administración con unas ideas claramente desarrollistas en base a un módelo de fuerte componente autárquico en los sectores básicos de la economía..
En este sentido es muy posible que la nueva Administración venga con nuevas Ídeas, aunque todavía se desconoce cuales son éstas exactamente pese a la promesa del candidato "oficial", De la Madrid, de llevar adelante el programa nuclear.
Empresarios españoles agrupados
La supuesta cancelación, o el retraso, del proyecto nuclear mexicano tendrá un fuerte impacto, si se confirma, sobre algunos intereses industriales españoles. Varias empresas españolas, como son Empresarios Agrupados, Westinghouse Española. INITEC. etcétera, participan en algunas de las ofertas que, en el concurso internacional abierto por el Gobierno mexicano, han sido presentadas.
En concreto, Empresarios Agrupados figura en la oferta presentada por General Electric, de Estados Unidos, como cabeza de fila para el sumnistro de bienes de equipo. En la oferta de Westinghouse tambien participa la filial española, así como la empresa nacional INITEC, que también figura como suministradora de bienes de equipo y la ingeniería básica.
Según estimaciones de estos grupos, la participación española en el proyecto mexicano podría significar una inyección de cuatrocientos millones de dólares (más de 40.000 millones de pesetas), como mínimo, para la industria española, con amplias posibilidades de ampliación de las cantidades a medida que avanzase el proyecto.
El beneficio indirecto para la balanza de pagos española sería superior, ya que sólo con las exportaciones tecnológicas y de bienes de equipo a México se podría financiar hasta un 40% de las compras de crudo anuales a dicho país.
En medios económicos españoles se señalaba ayer que la información del periódico británico podría estar dirigida por alguna de las siete ofertas que se han presentado para llevarse el contrato de construcción de varios grupos nucleares, con una capacidad de 2.300 kilovatios.
Antes que perder esa oportunidad, según algunas fuentes, "no está mal un poco de intoxicación".
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