Londres aprueba un plan de autonomía gradual para el Ulster

El Consejo de Ministros británico aprobó ayer el plan del secretario para Irlanda del Norte, James Prior, para una autonomía política gradual en el Ulster. Simultáneamente, dos soldados británicos murieron ayer en Londonderry, bajo el fuego de francotiradores.Los dos soldados eran técnicos en transmisiones y se dirigían a la cercana base de Rosemount. El pasado jueves, los terroristas mataron a otros tres soldados en Belfast, y el domingo, a un inspector de policía en la misma ciudad.

El plan de autonomía gradual que incluye la convocatoria de elecciones para una asamblea lo cal, será presentado el lunes ante el Parlamento, pero sus grandes líneas han sido ya filtradas. Los principales partidos políticos han criticado sus propuestas.

La autonomía irá por fases, con unas primeras elecciones -seguramente en el otoño- para una asamblea con 78 escaños, que podrá tener debates y legislar en algunos aspectos menores. En la siguiente fase, claramente diferenciada, los poderes de esta asamblea irán en aumento, siempre que sus decisiones sean aceptadas por un 70% de sus miembros, una medida que garantizará un peso real a los representantes de la minoría católica norirlandesa.

El Libro Blanco que Prior presentará el lunes en la Cámara de los Comunes mencionará la dimensión irlandesa de la provincia, una concesión a los católicos y al Gobierno de Dublín, cuyo primer ministro, Charles Haughey, ha calificado de inviable el plan, por carecer de apoyo entre los partidos políticos del Ulster.

El partido socialdemócrata y laborista, que representa los intereses del sector católico moderado del Ulster, y los partidos unionistas democrático y oficial han criticado el plan de Prior, pero, sin embargo, contestarían a unas elecciones para una asamblea local.

Todos los planes de este tipo propiciados en el pasado han fracasado rotundamente, dada la negativa de los protestantes a compartir el poder local con la minoría católica desde que en marzo de 1972 Londres asumió el control directo de Irlanda del Norte, suprimiendo el Gobierno autónomo que existía hasta la fecha.