Irán recupera la iniciativa militar y aventaja a Irak en el Juzestán
La guerra irano-iraquí vive jornadas decisivas. El ejército y las tropas no regulares de Irán se acercan ya a la frontera entre ambos países sobre el frente sur del Juzestán. Una decena de kilómetros separa a estas tropas del borde fronterizo cercano a la ciudad de Susa, en una zona ocupada por Irak desde hace 18 meses.
Saddam Hussein, presidente iraquí, admitió el martes la retirada de la Cuarta Brigada de su ejército de estas zonas. Los mullahs, religiosos iraníes encargados de las responsabilidades político-ideológicas ante los combatientes, arengan a las tropas y exigen la implantación de una república islámica en Irak. Los Gobiernos árabes del área muestran una creciente inquietud.Irán asegura que la operación Fath ol Mobine (Verdad evidente), iniciada el pasado 22 de marzo, prosigue. 25. 000 soldados iraquíes habrían muerto o se hallarían heridos desde entonces. Quince mil más, siempre según fuentes de Teherán, habrían sido apresados. De acuerdo con estos testimonios, 2.000 kilómetros cuadrados de territorio iraní, ocupado por Irak, habrían vuelto a manos del régimen islámico del imán Jomeini y 360 carros de combate habrían quedado destruídos. Entre sesenta y ochenta kilómetros separan ahora la artillería iraní de la populosa ciudad iraquí de Al Ahmra, centro económico e importante nudo de comunicaciones, según un despacho de la agencia France Presse.
Irak, por su parte, niega estas pérdidas y asegura que el repliegue de sus tropas en la zona de Susa es sólo una retirada táctica. Un despacho de la agencia oficial iraní INA, fechado en París, afirmaba ayer que dos grandes fortificaciones iraníes situadas junto al canal de Jorr Mussa, al noreste del Golfo Pérsico, fueron completamente destruidas.
Oleadas de combatientes iraníes son trasladadas a los frentes. El grueso de estas tropas está compuesto por jóvenes y adolescentes mostazafin-bassidj (desheredados), que reciben instrucción militar durante un mes y son conducidos luego a la primera línea.
Los observadores coinciden en señalar que la ofensiva iraní es la más exitosa desde el comienzo de la guerra. Por ello, el Gobierno islámico de Teherán parece dispuesto a apurar al máximo su esfuerzo por expulsar a las tropas iraquíes de las zonas que ocupan. En días pasados, las autoridades iraníes encargaron 25.000 ataúdes.
Irak puede perder en las próximas horas los ya escasos enclaves que conectaban el frente sur del Juzestán con el frente norte de Jermanshahr. Decenas de kilómetros de trincheras y fortificaciones subtarráneas, construidos por zapadores iraquíes, han sido abandonados.
Todos los Gobiernos de los emiratos del Golfo, y también Jordania, han mostrado una gran preocupación por el curso de los acontecimientos. Omán, Kuwait, Bahrain, los Emiratos Arabes Unidos y Arabia Saudí temen que una victoria militar iraní sobre Irak, al que apoyan con fuertes sumas de ayuda económica, implique la expansión de la revolución islámica a los países de la zona.
El rey jordano Hussein viajó ayer a Bagdad y se entrevistó con su aliado Saddam Hussein. Jordania ha enviado combatientes voluntarios al frente ¡rano-iraquí, algunos de los cuales han sido apresados. Entre los prisioneros figuran también egipcios, sudaneses y ugandeses, movilizados de modo obligatorio por las autoridades de Bagdad entre los trabajadores extranjeros que laboran en Irak.
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