_
_
_
_

Leónidas Breznev, hospitalizado a causa de una dolencia desconocida

El líder soviético Leónidas Breznev, de 75 años, se encuentra hospitalizado en Moscú desde el pasado viernes, según se conoció ayer de fuentes oficiosas. Desde el principio de esta semana habían circulado rumores en este sentido en círculos occidentales de la capital soviética.Los rumores se apoyaban en que la televisión no ofreció -en contra de la costumbre- imágenes del regreso a Moscú de Breznev, que había estado visitando la ciudad de Tashkent, en el Asia central soviética. Como suele ser habitual, la Prensa de la URSS no ha ofrecido ninguna noticia sobre esta enfermedad de Breznev, quien, según las mismas fuentes oficiosas, habría comenzado su recuperación.

En cualquier caso, los rumores del estado de salud de Breznev poseen carácter cíclico. Si bien en su visita a Bonn, a finales del mes de noviembre, presentaba buen aspecto, a comienzos de este año en los mentideros moscovitas se afirmaba de nuevo que había tenido que someterse a rígido control médico.

Efectivamente, en sucesivas apariciones públicas (entierro del miembro del Politburó Mijail Suslov, a finales de enero, y velada con ocasión del Día de la Mujer, a principios de marzo), Breznev ofrecía claros síntomas de agotamiento y malestar. En cambio, durante la visita a Tashkent, la pasada semana, aparentaba haberse recuperado de nuevo.

Pasa a la página 2

Breznev apareció bastante mejorado en los últimos meses

Viene de la Primera página

En los pasados meses, el líder soviético -que había sido un impenitente fumador hasta que tuvo que abandonar e¡ tabaco siguiendo órdenes médicas- fue visto empalmando un pitillo con otro mientras asistía en Moscú a un partido de su deporte favorito: hockey sobre hielo.

Esto fue interpretado por los observadores en Moscú como un síntoma de doble filo: o bien había mejorado su salud de manera radical o, simplemente, sus dolencias eran tan irreversibles que ni tan siquiera el tabaco podía empeorarlas.

A principios de los años sesenta, el líder soviético -que ejercía el entonces decorativo puesto de presidente del Soviet Supremo- había sufrido una enfermedad cardíaca: un infarto, posiblemente.

Ya cuando ostentaba los máximos poderes de la URSS, en 1975, fue intervenido de un cáncer de mandíbula, que complicó sus dificultades de dicción y le dejó con un molesto tic en la boca.

La enfermedad de Breznev -cuya gravedad se desconoce- viene a producirse un mes después de que en Moscú corrieran fuertes rumores sobre el inicio de una etapa de lucha por el poder.

El síntoma fue la detención de dos amigos de Galina, hija de Breznev, que habían sido acusados de delitos económicos. Galina se encuentra también desde hace un mes en un sanatorio, aunque, en este caso, se piensa que su enfermedad es más bien política. Según se afirmaba en Moscú, Breznev le habría dado recientemente su consentimiento para que se divorciara de su esposo, Yuri Churbanov, primer secretario del Ministerio del Interior, organismo este que ordenó precisamente la detención de los dos amigos de Galina.

En 1975, durante una hospitalización de Breznev, que le mantuvo apartado varias semanas de toda actividad, se desarrolló una pugna por el poder entre bastidores, que se saldó tres meses después, en abril, con la reaparición del líder y la depuración de Alexander Chelepin, por entonces benjamin de la más alta instancia del poder soviético y con ambiciones de ocupar el primer lugar.

Algún rumor oficioso en la capital soviética trató en la noche de ayer de desproveer de importancia la hospitalización del líder de la URSS y lo atribuyó a una revisión rutinaria del marcapasos que Breznev tiene instalado para vigilar su deficiencia cardiovascular.

La noticia de la hospitalización, que reviste importancia dada la avanzada edad de Breznev y la compleja situación interna soviética, traspasó con rapidez las fronteras de la URSS y el Departamento de Estado hizo un comunicado lacónico. Los encargados de la diplomacia norteamericana aseguraron que no podían "confirmar ni desmentir" las "noticias y rumores llegados desde Moscú".

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_