El Parlamento vasco aprobó los presupuestos de la comunidad autónoma para 1982

El Parlamento vasco aprobó a última hora del martes los presupuestos de la comunidad autónoma para el ejercicio de 1982, cuya cuantía asciende a 67.300 millones de pesetas. 1EA conflicto que ha provocado esta ley en el seno del PNV quedó resuelto por el acuerdo al que llegaron el Gobierno de Carlos Garaikoetxea y Emilio Guevara, presidente de la Diputación de Alava y dirigente destacado del partido gubernamental vasco. Este último discrepaba sobre la aportación económica fijada para las diputaciones en el proyecto.

Sin embargo, los presupuestos fueron aprobados sin que figure en ellos el acuerdo adoptado por el Gobierno vasco y Guevara ya que la oposición se negó a aceptar una enmienda de aproximación. No obstante, la validez del mencionado acuerdo prevalece ya que el Ejecutivo autónomo se ha comprometido a presentar un proyecto de ley para modificar el artículo referente a la aportación económica de las diputaciones.Los dirigentes del PNV emplearon toda la jornada de anteayer en intentar convencer a algún grupo de la oposición parlamentaria para presentar el acuerdo habido entre el Gobierno vasco y el presidente de la Diputación alavesa en forma de enmienda de aproximación. Sus gestiones no prosperaron y la Cámara, ante la retirada de las enmiendas de todos los grupos, procedió a la votación del polémico artículo 35, referente a la aportación económica de las diputaciones, como lo incluía el texto inicial del Gobierno autónomo. Euskadiko Ezkerra votó a favor del Ejecutivo al tiempo que acusaba a los nacionalistas de intentar resolver sus problemas internos en el Parlamento. El disidente nacionalista Emilio Guevara votó también a favor del Gobierno porque sabía que éste, como anunció poco después el propio lendakari Carlos Garaikoetxea, se comprometía a presentar un proyecto de ley de modificación del polémico artículo que recogiese el espíritu y la letra del acuerdo logrado en el seno del PNV. La izquierda se negó desde un principio a aceptar pactos de última hora, que a su jucio, tenían dudosa validez.

Críticas centristas

La diferencia sustancial entre las peticiones iniciales de Emilio Guevara -suscritas por centristas y socialistas de la Diputación alavesa- y el acuerdo final adoptado con el Ejecutivo de Carlos Garaikoetxea fue el principal motivo de la negativa de los centristas vascos a aceptar la tramitación de una enmienda de aproximación.El presidente del grupo parlamentario centrista explicó ayer en el curso de una conferencia de Prensa, celebrada en las dependencias del Parlamento, que la comisión mixta paritaria entre Gobierno y diputaciones prevista en el acuerdo nacionalista está "vacía de contenido" ya que no puede fijar las aportaciones globales de las diputaciones al conjunto presupuestario para 1982. El hecho de que el importe de las compensaciones se establezca, en el mencionado acuerdo, sólo en función de parte de las competencias asumidas, las no voluntarias, fue un punto criticado por los centristas vascos.

En este sentido, Jesús María Viana señalaba que en el mencionado acuerdo nacionalista "el Gobierno vasco cede prácticamente en nada, o en casi nada, en el terreno de las diputaciones". La previsión de que en caso de desacuerdo en la mencionada comisión mixta el Parlamento es quien decide fue considerado por el dirigente centrista como un "método de coacción y de antemano".

La única modificación del polémico artículo 35, según los centristas vascos, es añadir la creación de una comisión mixta con las diputaciones, casi sin poderes. Por esta razón Jesús María Viana aseguraba que en la polémica de los nacionalistas "el gran derrotado ha sido Emilio Guevara. Los nacionalistas no han llegado a un consenso, ha habido una derrota total. El diputado alavés sabe que no ha habido ningún acuerdo importante".