Berlinguer discute con el PS francés sobre la 'euroizquierda'
Desde ayer se encuentra en Paris el secretario general del Partido Comunista Italiano (PCI), Enrico Berlinguer, para celebrar conversaciones con el primer secretario del Partido Socialista Francés (PSF), Lionel Jospin. La estructuración de la denominada euroizquierda, ya iniciada por los dos partidos hace un par de años, será el tema central de este encuentro. Berlinguer podría igualmente ser recibido por el presidente Frangois Mitterrand.En el mes de marzo de 1980, en Estrasburgo, el entonces líder del PS francés, Mitterrand, y Berlinguer, se entrevistaron por primera vez con el tema de la euroizquierda entre las manos. El hoy presidente francés también dialogó con Santiago Carrillo, líder del PCE.
Los socialistas franceses, ya desde aquella época, reflexionan sobre la formulación de un nuevo internacionalismo, consistente "en rechazar el modelo soviético, sin abandonar la voluntad de ruptura con el capitalismo", según Jospin. Para ello, los socialistas galos entienden concertarse con los partidos comunistas occidentales que se alejan de la URSS, y con las socialdemocracias nórdicas, amén de los socialistas latinos.
Pero en la época de Estrasburgo las uvas aún no estaban maduras: el PCI aún mantenía ciertas relaciones con Moscú. El PS ya era un partido potente en Francia, pero el otro sector esencial de la baibuciente euroizquierda, el Partido Comunista Francés (PCF), había roto espectacularmente con los socialistas, al mismo tiempo que se proclamaba el primer partido pro soviético de Occidente y juzgaba como globalmente positivo el avance de los países del Este comunista.
El primer secretario del PCF, Georges Marchais, dijo entonces que el encuentro Mitterrand-Berlinguer era inoportuno, y que lo que buscaba el líder socialista era "un aval para su política de alianza con la derecha".
Dos años después el panorima no es el mismo. Berlinguer ha roto con Moscú, tras el golpe de Varsovia. Mitterrand es presidente de la República francesa. Marchais se ha aliado con este último para participar en el poder y, a la vista del nuevo fracaso de su partido en los recientes comicios cantonales, la semana pasada, después de haber defendido de manera constante el golpe militar de Polonia, explicó cómo este último "ha perjudicado al socialismo" y, en consecuencia, a la imagen del PCF en Francia.
Los socialistas galos confían en que, con el tiempo, el PCF modificará sustancialmente su opinión sobre el resultado de las sociedades comunistas y, consecuentemente, analizará de otra manera el futuro del mundo. En este último punto, para el PS, el adversario peligroso es la URSS. Las conversaciones de París podrían suponer una nueva etapa en el sentido de esa euroizquierda que ahora se encuentra potenciada por el poder socialista francés.
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