Votación ajustada en el Pleno del Congreso sobre la aplicación de las incompatibilidades al personal de la Seguridad Social

La votación que esta tarde se producirá en el Pleno del Congreso de los Diputados para dilucidar si la ley de Incompatibilidades se aplicará a todo el personal al servicio de la Seguridad Social o sólo al que ostente la condición de funcionario será muy ajustada y podría decidirse por las ausencias. Tras la definitiva posición favorable del Partido Nacionalista Vasco (PNV) a la enmienda socialista, que apoyan comunistas, andalucistas y los diez diputados que integran Acción Democrática, la Cámara se dividirá en dos mitades casi idénticas, por lo que el resultado aparece muy incierto.

El conflictivo texto del proyecto de ley dictaminado en comisión con los votos centristas y los de Coalición Democrática y Minoría Catalana, podría experimentar un vuelco esta tarde en el pleno si a los votos de la izquierda -incluidos los cuatro diputados del Grupo Mixto procedentes de la izquierda: Bandrés, Tamames, Sagaseta y Andrés Fernández y de las minorías que la apoyan se unen las habituales ausencias en los escaños de la mayoría.El PNV, según anunció la semana pasada (ver EL PAIS del pasado 23 de marzo), y a pesar de que en el debate de totalidad apoyó al partido gubernamental, votará con la izquierda en este concreto punto de la regulación de las incompatibilidades. La decisión definitiva fue adoptada ayer en Bilbao por el grupo parlamentario. Los diputados del PNV justificaron su posición en el criterio favorable a no restringir el ámbito de aplicación de la ley y a no excluir de la misma a los médicos que pertenecen a la Seguridad Social en calidad de contratados.

Marcos Vizcaya manifestó a EL PAIS que su grupo mantendría la posición inicialmente sostenida en la Comisión de Presidencia, en donde se produjo un empate con el apoyo a la izquierda por parte de las minorías nacionalistas vasca y catalana. Vizcaya señaló que, a pesar de las sugerencias recibidas durante la semana anterior para la modificación de su sentido del voto, el PNV no lo cambiará. "Además, empezamos a estar hartos de que UCD acuda a nosotros para que le saquemos de apuros, cuando en otras leyes, como la LOAPA, los socios son otros", añadió el portavoz del grupo peneuvista.

UCD cuenta en teoría con 176 votos

El total de votos con que en principio cuenta el Gobierno es suficiente para sacar adelante el polémico punto del proyecto de ley, aunque está presente el recuerdo de la votación del Estatuto de Autonomía valenciano, en la que los cálculos fallaron por las inevitables ausencias. Junto a los 151 votos centristas, los trece de CD, los nueve de la Minoría Catalana y los tres de los miembros del Grupo Mixto, Aizpún, Piñar y Gómez de las Roces, aseguran incluso la mayoría absoluta -176 votos- en una votación en la que bastará la simple.El partido gubernamental se niega a la extensión de las incompatibilidades a todos los médicos de la Seguridad Social, por entender que previamente deben elevarse las remuneraciones, de modo que la supresión de¡ pluriempleo no produzca situaciones graves para algunos médicos. La izquierda comparte el criterio del aumento de las retribuciones, pero estima que para que sea eficaz es necesario que se aplique a unos médicos sin pluriempleo.

Por otra parte, la Minoría Catalana basa su apoyo al Gobierno en que, en su opinión, el texto aprobado en comisión gracias a una enmienda de este grupo con una coletilla final centrista, no excluye al personal sanitario no funcionario.

El texto citado -estimado insuficiente por la izquierda- establece que el personal no funcionario al servicio de la Seguridad Social "se regirá por sus disposiciones específicas adaptadas a los principios contenidos en la presente ley", y, "en lo que sea de aplicación teniendo en cuenta la naturaleza de su función asistencial".

Una disposición adicional complementa la regulación de las incompatibilidades para los médicos. Los comunistas proponen la supresión de esta disposición, en la que de alguna forma se legaliza el actual pluriempleo tolerado y se consagran incluso las compatibilidades horarias en algunos casos, al admitir la autorización para simultanear dos puestos de trabajo, especialmente si uno es hospitalario y otro extrahospitalario.

La exclusión de los militares del ámbito de la ley, también impugnada por la izquierda, recorta aún más la aplicación de las incompatibilidades a la profesión sanitaria, dado el gran número de médicos militares que simultanean esta ocupación con otros puestos en la sanidad pública. Fuentes socialistas aseguraron a EL PAIS que subyace en la posición de UCD un deseo de halagar al colectivo militar que resulta erróneo, ya que tanto la línea de mando, por razones de defensa, como la gran mayoría de la profesión militar, por razones de asistencia, prefiere que sus médicos se dediquen a su profesión en el ámbito exclusivamente castrense, con una preocupación más logística que de atender a visos.

Fuentes militares señalaron a este periódico que, en efecto, "cara a nuestra incorporación a la OTAN, las Fuerzas Armadas no pueden mantener la situación actual, en que para montar un hospital de campaña en ayuda de Argelia o Nicaragua hay que buscar los médicos militares en las instituciones sanitarias civiles, y casi nunca se encuentran disponibles para asistir a maniobras".