Nuevas brigadas operativas

El Ministerio del Interior ha puesto en marcha recientemente un dispositivo policial para vigilar la permanencia y las actividades de los extranjeros residentes en nuestro país. Este dispositivo afecta únicamente a las principales ciudades españolas con mayor movimiento de extranjeros, y su objetivo se centra en controlar esta población y limpiar de nuestro país a un gran número de estas personas que permanecen dentro de nuestras fronteras ilegalmente o se dedican a actividades delictivas. Esta operación se ha montado especialmente de cara al Campeonato Mundial de Fútbol.La Dirección General de la Policía ha dispuesto, hasta el momento, seis brigadas operativas de extranjeros, compuestas por alrededor de quince inspectores del Cuerpo Superior de Policía, que han comenzado a trabajar en Madrid, Barcelona, Alicante, Valencia, Las Palmas y Cádiz. Es probable, según fuentes policiales consultadas por este periódico, que estas brigadas puedan ampliarse a otras provincias próximamente.

Actualmente, en Madrid, la brigada operativa de extranjeros, que tiene su sede en la comisaría de Retiro, ha calculado, según pudo saber este periódico de fuentes policiales solventes, que en la capital de España residen cerca de 60.000 extranjeros, de los cuales un 50%, según las estimaciones de las citadas fuentes, permanecen ilegalmente en nuestro país.

Según las estadísticas distribuidas a los jefes de estas brigadas, durante 1980 fueron expulsados de España 3.900 extranjeros, y en el siguiente año la cifra disminuyó a 3.491. Según las referidas fuentes, la mayor afluencia de extranjeros que residen en nuestro país procede de Portugal, Marruecos -entre ambos suman un 53% del total-, países suramericanos y, últimamente, de Filipinas. Durante los dos primeros meses de este año fueron expulsados de nuestro país 488 extranjeros, y actualmente se encuentran en prisión, pendientes de estos trámites, 339.

Otra de las principales funciones de estas brigadas operativas consiste en agilizar los trámites de expulsión o permanencia de estas personas, que, a causa de una carencia de legislación sobre el tema, se ven obligadas a permanecer encarceladas en España durante períodos de tiempo que, en muchos casos, han llegado a los cuatro meses. La puesta en marcha de estas brigadas está permitiendo que algunos de los súbditos extranjeros que se encuentran pendientes de expulsión puedan esperar la tramitación de su expediente en libertad sin ser internados en prisión.