Demetrio Urquizu,
cura párroco del pueblecito alavés de Domaiquia, en el valle de Zuya, es también el tabernero del pueblo, desde que hace algunos años los convecinos decidieron instalar el bar en el pórtico de la iglesia. Desde entonces, según informó ayer diario bilbaino El Correo Español, Demetrio, los domingos después de decir misa, "se remanga la sotana y sirve vermouths en el único e insólito bar de la localidad". Los habitantes de Doimaiquia viven de la agricultura y la ganadería y, entre jornada y jornada de trabajo, pasan por la iglesia para tomar un chiquito con el cura, que es tin buen entendido en pacharanes, anises, brandys, chacolís y vinos tintos y blancos.
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