Huelga de artes gráficas
Seremos breves: su imagen y la de su periódico nos era grata. Pensábamos -quisiéramos seguir pensándolo- que era hombre de trayectoria limpia y clara en cuanto a la forma de sentir los problemas reivindicativos de la clase obrera. Nos hacíamos la ilusión de verle así: no subordinado a las fuerzas oscuras, depredadoras del trabajador, y presuponíamos tener demostradas razones para ello.La huelga de artes gráficas del 17, 18 y 19 de febrero último nos demostró que su actitud -y con ella la de su diario- no se avenía, decepcionadamente, a este nuestro ilusorio criterio. Comprobamos -números 1.800 y 1.801, correspondientes a los días 18 y 19 de febrero- que sus casi telegráficas sendas notas, adjuntadas, como un paquete de noticias, a otras de desdichados problemas laborales, no tenían más recurso de fuerzas que una manifiesta indiferencia -nos hizo suponer incluso que su publicación tenía viso despectivo por su brevedad- al problema laboral de 120.000 trabajadores de artes gráficas. /
y seis fírmas más.
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