La cooperación hispano-marroquí debe dar un verdadero salto hacia adelante, segun el nuevo embajador de Rabat en Madrid
"Las relaciones entre España y Marruecos se encuentran en una etapa crucial: pueden conocer un verdadero salto hacia adelante o bloquearse por incomprensión en el tratamiento de los contenciosos aún pendientes", declaró a EL PAIS Abdelhafid Kadiri, nuevo embajador de Marruecos en Madrid."Entre nosotros", precisó el ex ministro y ahora diplomático marroquí, "subsisten problemas importantes; entre ellos, el Sahara. Estoy consciente de que encontraré gente que no simpatiza con la posición de Marruecos, que exista una incomprensión de nuestra posición. Mi deber en Madrid será hacer llegar a todos, a los partidos políticos y a la Prensa también, el mensaje del pueblo marroquí. Que cada cual adopte la posición que le dicte su conciencia, pero que, al menos, se nos escuche".
"Existen también otros contenciosos que no menciono, pero que son conocidos, que pueden bloquear nuestra cooperación. Los avances en este sentido van a depender, naturalmente, de la situación política en España. Mi misión en Madrid consistirá en clarificar la situación y encontrar una solución elegante y amistosa para todos los problemas aún en litigio. Yo considero que voy a España en misión y creo sinceramente en la amistad con el pueblo español".
Como el mismo Abdelhafid Kadiri dijo a EL PAIS, "no soy ni diplomático de carrera ni de afición. Con toda honestidad, no conozco aún ningún expediente de las relaciones hispano-marroquíes, pero sí sé que es necesario que la cooperación se ponga en marcha. Mi deseo es que el proyecto de fábrica de ácido sulfúrico encomendado a un consorcio hispano-japonés recientemente no sea más que el inicio de esa cooperación".
"Sé que nuestras relaciones actuales no son lo suficientemente buenas. Por ambas partes se han cometido errores. Después de 1956, España se comportó como si se arrepintiera de habernos ayudado a obtener nuestra independencia. También es verdad que los marroquíes del norte de Marruecos no tuvieron posibilidades de acceder a puestos importantes en la Administración marroquí y poder así abogar por una cooperación con España. Pero, por Dios, hoy es necesario que esas relaciones trasciendan el marco de la pesca".
"Creo que un apoyo importante en mi misión es el entendimiento total y perfecto que existe entre los dos reyes. El Rey de España no dispone quizá de los mismos poderes constitucionales que el rey de Marruecos, pero yo cuento mucho con esa amistad. En lo que a mí respecta, estoy muy orgulloso de que su majestad Hassan II me haya designado para ocuparme de la Embajada en Madrid, una de las dos o tres de primera importancia de Marruecos en el extranjero. Espero cumplir algo importante y duradero durante mi ejercicio".
Diputado por el barrio pobre
Abdelhafid Kadiri cuenta 53 años de edad, es de Rabat y agrónomo de profesión, de formación francesa. En las elecciones de 1977 fue elegido diputado por Yacub el Manusur, el barrio del pobre de Rabat, lo que debió darle, sin duda, la sensibilidad particular para los problemas sociales que se le atribuye en el partido Istiqlal. La mayor parte de su vida ha estado ligada al partido Istiqlal. Hoy es miembro de su equipo de dirección y una de las tres o cuatro personalidades más destacadas del mismo,junto con los ministros Mohamed Bucetta y Mohamed Duiri. Kadiri, ministro de la Juventud hasta noviembre pasado, constituye un poco el ala insatisfecha y arrolladora del partido Istiqlal.
El Gobierno español le concedió el beneplácito la semana pasada. Abdelhafid Kadiri partirá hacia Madrid en cuanto el rey Hassan II le entregue sus cartas credenciales. A partir de entonces, Marruecos contará en España con un hombre agresivo frente a los problemas, dinámico y nada habituado ni aficionado a la pasividad y la complacencia diplomática que caracterizó a las respectivas embajadas en los últimos años.
Kadiri fue compañero de estudios secundarios del rey Hassan II en el Colegio Imperial de Rabat. Durante la lucha por la independencia de Marruecos tuvo a su cargo la organización de los obreros marroquíes en Europa e incluso el encuadramiento de éstos en el Ejército de Liberación Marroquí.
Después de la independencia fue jefe de gabinete del también líder del Istiqlal Mohamed Duiri, director nacional de Producción Agrícola, jefe del gabinete de Had Omar Ben Abdeljalil, actual director del Banco Popular Marroquí; secretario de Estado para la Agricultura en el efimero Gabinete del actual líder de la oposición socialista, Abderrahim Buabid, cuando éste fue ministro de Economía.
Ha dirigido los órganos de información del partido cuando éstos se llamaban Al Istiqlal y La Nation Africaine, y entró en el Gobierno como ministro de Juventud y Deportes en 1977, después de las elecciones legislativas del año anterior.
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