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Calvo Sotelo niega que vaya a disolver el Parlamento

El presidente del Gobierno, Calvo Sotelo, aseguró ayer a los informadores, en los pasillos del Congreso de los Diputados, que no se va a proceder a la disolución del Parlamento -rumor que corrió insistentemente durante todo el día de ayer, debido a la derrota que sufrió, el pasado martes, la UCD en la votación del primer artículo del Estatuto de Autonomía para la comunidad valenciana-, que éste es un tema que no había que extrapolar y que lo que lamentaba es que "haya quien no ha cumplido la palabra dada", dijo el presidente, refiriéndose, sin duda, a los diez diputados socialdemócratas de Fernández Ordóñez.

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Este rumor de disolver las Corte cobró fuerza cuando a última hora de la mañana de ayer, los ministros Rodolfo Martín Villa (vicepresidencia política), Pío Cabani llas (Justicia), Rafetel Arias Salgado (Administración Territorial) y Jaime Lamo de Espinosa (Adjunto al presidente y portavoz del grupo parlamentario centrista) se desplazaron hasta el Palacio de la Moncloa para entrevistarse con el presidente Calvo Sotelo. Por la tarde, los ministros asistentes esta reunión y otros con influencia sobre el presidente por su per enencia al llamado sanedrín, que sin embargo estuvierori ausente de la misma, como el titular de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez Llorca, aseguraron tajantemente a este periódico que no va a haber elec ciones anticipadas, a pesar de la derrota parlamentaria del martes La tesis oficial puesta en circula ción ayer, tras la reunión de la Moncloa, es que el Gobierno se mantiene en su idea de no convocar elecciones generales hasta después de celebrado el Mundial de fútbol y hasta que el Papa rinda la anunciada visita a España.Pese a la versión oficial antes mencionada es cierto que determinados ministros no renuncian a la posibilidad de hacer ver a Calvo Sotelo de que es inevitable anticipar las elecciones. El convencímiento de que en Andalucía no le está reservada a UCD otra cosa que no sea una derrota sonada hace que estos ministros opinen que lo mejor, en ese caso, sería hacer coincidir las elecciones generales con las andaluzas.

En la reunión de ayer con el presidente del Gobierno se trató, según ha podido saber este periódico, sobre las consecuencias de la derrota sufrida con el Estatuto de Valencia y sobre las posibilidades reales de conseguir- la aprobación de los proyectos de ley que remita el Gobierno al Congreso de los Diputados hasta el final del presente período de sesiones.

En este último sentido, el Gobierno confía en poder sacar adelante sus proyectos de ley mediante apoyos concretos para cada caso concreto: el de los socialistas para los temas aultonómicos y la ley de Autonomía. Universitaria (LAU), y el de las minorías nacionalistas y Coalición Democrática para los restantes. El representante de la minoría catalana, José María Trías de Bes, señaló a este periódico que su grupo no votará favorablemente la LAU ni todos aquellos proyectos que se deriven de la LOAPA, teinas ambos pactados entre UCD y el PSOE, y que, por el contrario, sí apoyará los restantes, y puso como ejemplo el proyecto de ley de financiación de centros docentes y el de incompatibilidades, por ser los dos de mayor importancia que se preven para el actual período de sesiones. Un sector del Gobierno está convencido de que todavía se le puede jugar duro al PSOE en la Cormsión Constitucional, en el Estatuto de Valencia, si se consigue el voto favorable de la Minoría Catalana. Para logarlo UCD se reserva las bazas que los centristas tienen en el Parlamento catalán, donde está pendiente de debate, entre otras leyes, la decisiva ley de Presupuestos.

José Pedro Pérez Llorca y Rodolfo Martín Villa, en otro tiempo partidarios de disolver las cámaras, señalaron ayer a EL PAIS que en estos momentos consideran que la esta medida no tiene ningún sentido. Por su parte, el portavoz del grupo parlamentario centrista y ministro adjunto al presidente, Jaime Lamo de Espinosa, dijo a EL PAIS: "esta medida no se va a adoptar porque lo que ha ocurrido con el Estatuto valenciano no es motivo suficiente". Lamo añadió que no disolver ahora las Cortes posibilita, además, que continúe la tramitación, en comisión, del proyecto de ley de estatuto para el pueblo valenciano.

El ministro de Justicia y miembro del sanedrín, Pío Cabanillas declaró asimismo que "hay que despejar", fueron sus palabras, "de una vez por todas el fantasma de que cada vez que ocurre algo en las cámaras, la solución sea disolver el Parlamento". Jaime Lamo que ratificó esta declaración de Cabanillas, apuntó: "no tenemos referencia de que nadie haya planteado esta solución, ni entre los que nos hemos reunido hoy (ayer para el lector), con el presidente Calvo Sotelo, ni entre los restantes miembros del Gobierno".

Existía cierto malestar ayer en las filas ministeriales debido a lo que algunos ministros consideran como una "difusión interesada de rumores tendentes a la disolución de las cámaras, cada vez que ocurre algo en el Parlamento, rumores que nacen de quienes quieren ofrecer la imagen de que la disolución no se produce merced al apoyo al Gobierno y, que sin este apoyo, la consecuencia sería la disolución", según dijo el portavoz centrista.

Una de las decisiones adoptada en la citada reunión de los ministros con Calvo Sotelo, fue la de prescindir, de ahora en adelante, de los diez votos del grupo de Acción Democrática (los socialdemócratas de Fernández Ordóñez), en vista de que este no votó a favor del primer artículo del proyecto de Estatuto de Autonomía de valencia, y en medios centristas se le atribuye a este grupo la responsabilidad de la derrota.

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