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La Comunidad Económica Europea invertirá 70.000 millones de pesetas en investigación sobre fusión nuclear

Soledad Gallego-Díaz

La Europa comunitaria realizará en los próximos cinco años un importante esfuerzo de investigación en materia de fusión nuclear, en la convicción de que esta futura fuente de energía puede solucionar algunos de los acuciantes problemas del mundo en los años 2000. Los ministros de Investigación y Ciencia de los diez han aprobado un presupuesto conjunto, para 1982-1986, de más de 680 millones de dólares, unos 70.000 millones de pesetas.

España, que participará en el proyecto comunitario de forma automática cuando sea miembro del Mercado Común, se limita, por ahora, a aportar unos 220.000 dólares, casi 22,5 millones de pesetas, gracias a los cuales mantiene con la CEE un contrato de movilidad que permite a los investigadores españoles realizar trabajos en centros y laboratorios, tanto de la Comunidad como de los países miembros.Menores riesgos

La fusión nuclear es un procedimiento que permite obtener energía atómica por sistemas distintos a los empleados actualmente en las centrales nucleares, que se fundan en la fisión. Según los expertos, la fusión presenta un riesgo mucho menor de contaminación y puede constituir una fuente casi inagotable de energía.

Las primeras investigaciones comenzaron débilmente en los años cincuenta, fecha en la que se creía que los primeros resultados prácticos podrían producirse en una veintena de años. Estudios posteriores demostraron que la labor era más ardua. Hoy se estima que no será posible poner en marcha el primer reactor tipo antes del próximo siglo. Sin embargo, los científicos de todo el mundo aseguran que se trata de un proyecto perfectamente realizable y que las enormes inversiones necesarias (más de 100.000 millones de dólares antes de que se pueda hablar de un procedimiento generalizado) están justificadas por los resultados que se obtendrán.

La importancia de esas inversiones, precisamente, ha aconsejado a los países europeos a concentrar sus esfuerzos, a fin de no quedar descolgados en relación con los trabajos que se llevan a cabo en la Unión Soviética, Estados Unidos y Japón. Los diez han permitido, además, que dos países no comunitarios, Suecia y Suiza, se asocien al proyecto CEE, aportando cantidades similares a las de los países miembros.

La coordinación de los esfuerzos nacionales se ha realizado desde 1959 a través del Euratom, pero esta es la primera vez que los diez dan luz verde a una inversión conjunta de tal importancia. Los expertos habían solicitado un presupuesto algo mayor -unos 65 millones de dólares más-, pero estiman que la cantidad aprobada permitirá hacer progresar los trabajos.

El programa CEE para 1982-1986 dedica una atención preferente, más de 350 millones de dólares, a la construcción del Jet, que será el más importante reactor de fusión de todo el mundo, y que se construye en Culham (Reino Unido). El reactor será operacional a principios del siglo XXI. Un segundo aparato de esas características, denominado net, será construido, o mejor dicho empezará a construirse, a finales de 1985-1986.

El programa europeo para la fusión nuclear emplea, aproximadamente, 10.000 investigdores. En el período 1979-1983 ha precisado de recursos valorados en cerca de novecientos millones de dólares, de los cuales unos cuatrocientos fueron financiados por la Comisión Europea, es decir, por la Comunidad Económica Europea en su conjunto.

El plan aprobado ahora en Bruselas supone casi doblar la participacion del Mercado Común Europeo en el próximo quinquenio.

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