Tres diestros 'resucitados' y toros de Hernández Barrera inauguran hoy la temporada de Las Ventas

A las cinco en punto de la tarde sonará hoy el clarín para hacer el despeje de la corrida inaugural de la temporada en Las Ventas. El cartel reúne a tres espadas que "resucitaron" el verano último en este mismo ruedo y consiguieron ganarse el interés y la simpatía de los aficionados madrileños.

Gregorio Tébar (que ya no quiere llamarse "El Inclusero") encabeza la terna. Desde sus primeros éxitos en Vista Alegre el año 1964 ha tenido una trayectoria profesional con muchos altibajos, aunque siempre dejó constancia de su torería. La faena que realizó a un toro de trapío en la pasada feria de Valdemorillo fue una de las más bonitas que se hayan podido ver en los últimos años.Juan Antonio Alcoba "El Macareno", sevillano del barrio de la Macarena, tomó la alternativa en las fallas de 1969 y pronto entró en un bache profundo que lo llevó casi al olvido. Pero es torero artista, que instrumenta con exquisitez las suertes, y el verano pasado resurgió merced a dos faenas de muleta, de pura escuela sevillana, que admiraron al público de Madrid.

José Luís Palomar, soriano, el más joven de la terna, debutó con caballos en 1975 y lleva cuatro años de matador de toros. Fue una interesante promesa que tampoco respondió con la regularidad debida, hasta que vino a Las Ventas, en el verano y en la feria de Otoño últimos, y obtuvo el triunfo, con su toreo valiente y recio.

Los toros pertenecen a la ganadería de Félix Hernández Barrera, que la compró a José Luís Martín Berrocal. El origen es Vistahermosa, en la línea del Barbero de Utrera y Arias de Saavedra. En 1983 la adquirió la viuda de Murube, después Ibarra y en 1904, Parladé. Diez años después la compró Gamero Cívico, quien vendió una parte de la ganadería en 1925 y conservó otra hasta 1941, año en que la enajenó a Guardiola Fantoni. Tanto Guardiola como su esposa, Concepción de Soto e Ibarra, seleccionaron muy a fondo esta vacada, que heredó su hijo Juan Guardiola Soto. En 1977 la compró Javier Pallarés quien, posteriormente, la vendió a Martín Berrocal. La divisa es grana y oro, y la antigüedad, 12 de julio de 1942.