Tormenta política en Italia por el submarino espía soviético
La aproximación al principal puerto militar italiano, Tarento, de un submarino presumiblemente soviético del tipo Víctor II, que durante dieciocho horas del miércoles pasado fue perseguido sin éxito por el buque Leonardo da Vinci, ha desatado una tormenta política y parlamentaria en Italia.El Ministerio italiano de Asuntos Exteriores deploró la violación inaceptable de las aguas territoriales italianas" y condenó "esta iniciativa irresponsable que no contribuye, -precisamente, a reforzar la confianza recíproca".
Los socialistas han presentado el asunto no sólo como de interés nacional, sino también de competencia de la Alianza Atlántica.
Ello resulta comprensible, ya que el golfo de Tarento alberga una de las bases navales más importantes de la OTAN.
Lo que preocupa al mundo político italiano es que en esta ocasión se trata de un submarino potente y veloz, capaz de llevar ojivas nucleares.
Todo hace pensar que el submarino, que permanecía en aguas jurisdiccionales italianas a unas 35 millas (63 kilómetros) al suroeste de Tarento, esperaba a la Segunda División Naval procedente de Grecia, que debía pasar por aquel lugar precisamente al día siguiente, jueves día 25 de febrero. Y, según los expertos, el submarino pirata "no estaba solo".
La pregunta que todas las interpelaciones parlamentarias plantean es si la Marina italiana. está suficientemente preparada para defender de posibles actividades de espionaje el golfo de Tarento.
Lo ha puesto en duda el mismo Giorgio Accame, el socialista ex comandante de Marina que forma parte de la Comisión de Defensa del Parlamento, el cual ha afirmado que el largo lapso de tiempo que el submarino soviético estuvo en las aguas territoriales italianas le sirvió, por lo menos, "para confirmar la limitación de nuestras fuerzas".
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