Calurosa acogida en Moscú a los dirigentes polacos

Los dirigentes del Kremlin recibieron con una ceremonia cálida y cargada de significados a la representación del Gobierno y el partido polaco que, encabezada por su líder, el general Wojciech Jaruzelski, inició ayer por la mañana una breve visita a Moscú. Por la tarde, Jaruzelski hizo un encendido elogio de la URSS y su ejército como "garantes de la integridad de Polonia" en una ceremonia oficial en el Kremlin. Grupos de personas con banderas de Polonia y la Unión Soviética ponían el acento en lo amistoso de las relaciones entre ambos países.

El tono era similar en la Prensa de la mañana, que se deshacía en elogios al normalizado hijo pródigo, después de meses de crisis. Pravda -órgano del Partido Comunista. de la Unión Soviética (PCUS)i- publicaba en su primera página, como es de rigor, una foto y una breve biografía del general Jaruzelski. Dentro, en la plana dedicada a la comunidad socialista, el corresponsal en Varsovia hablaba de dos proyectos, fruto de la colaboración económica de Moscú: la construcción, este año, del metro de Varsovia . y una central atómica en Gdansk.Si bien en Moscú se tiende a subrayar el posible contenido económico del viaje de Jaruzelski, el grupo bien representativo que fue a darle la bienvenida en el aeropuerto moscovita de Vnukovo era toda una exhibición de los pilares del régimen soviético.

Junto al jefe del Estado y el partido soviético, Leónidas Breznev, se encontraban otros cinco miembros del Politburó, el máximo órgano de poder de la URSS: Nikolai Tijonovv, jefe del Gobierno; Yuri Andropov, cabeza del Comité Estatal de Seguridad (KGB); Andrei Grorniko, ministro de Asuntos Exteriores; Dimitri Ustinov, ministro de Defensa, y Constantin Chernenko, hipotético responsable del sector ideológico desde que, hace algo más de un mes, falleciera Suslov.

Ayer tarde, la representación polaca inició sus primeros con tactos con las autoridades soviéticas. Si bien existe un absoluto silencio oficial sobre los temas que serán discutidos durante esta breve visita, se cree que la economía y la política marcarán los puntos centrales de las conversaciones.

A raíz de las sanciones decretadas por los países occidentales después del golpe del general Jaruzelski, el pasado 13 de diciembre, Moscú dictó una serie de medidas de urgencia para auxiliar a la economía polaca.

Igualmente, Moscú adelantó a Varsovia un crédito por valor de 2.700 millones de rublos transferibles -algo más de 350.000 millones de pesetas-, con el que los polacos podían ir adelantando el pago de sus deudas con la URSS.

De la visita de Jaruzelski a Moscú pueden salir nuevos préstamos. Rotos ya buena parte de los lazos económicos que mantiene con Occidente, y agotadas sus reservas de divisas, Varsovia tiene ya sólo la posibilidad de encontrar un salvavidas económico en el Este. Esta ayuda -se estima en círculos occidentales de Moscú- tendrá una contrapartida política. Sin embargo, de los comentarios recientes de la Prensa se deduce que Moscú no desea que Polonia vuelva a experimentar con la renovación.