El ultraderechista García Carrés fue sometido ayer a un análisis médico

La Secretaría de Estado para la Información desconocía ayer si el ultraderechista Juan García Carrés, único civil procesado por la intentona golpista del pasado 23 de febrero, iba a ser trasladado a las instalaciones del Servicio Geográfico del Ejército, donde hoy, a las 9.30 horas, dará comienzo la vista de esta causa. García Carrés, que fue trasladado el pasado 6 de noviembre desde la prisión de Carabanchel a la clínica Covesa para ser sometido a un tratamiento médico, debido a una afección cardiaca, estaba ayer siendo reconocido médicamente, sin que hasta ahora se tenca conocimiento preciso de su estado de salud.Después de tres meses y doce días de reconocimientos médicos desde que Carrés fue internado en la citada clínica, ni el Gobierno ni la autoridad militar competente en el asunto han difundido ninguna inforinación relativa al desarrollo de este caso, y, cualquier intento para buscarla resulta generalmente infructuoso.

El director de la clínica Covesa, doctor Burgueño, manifestó ayer a EL PAIS que no sabía absolutamente nada respecto al caso de García Carrés, y precisaba que "ni siquiera conozco el régimen de visitas o de llamadas telefónicas que recibe". Por su parte, el responsabie del tratamiento médico al ultraderechista, el doctor Luis Teijel, explicaba a este periódico que "ante lo delicado de este asunto no podía hacer pública ninguna declaración sobre el estado de su paciente", aunque expresó que éste "está sometido a una patología permanente que, en muchos casos puede ser emergente, a pesar de que, en ocasiones, pueda encontrarse bien".

El juez auditor decidirá

El doctor Luis Teijel, que fue designado por la autoridad militar competente para prestar la ayuda médica al ultraderechista, en vía un parte médico del paciente cada quince días al general juez auditor encargado de la causa del 23-F, quien decidirá si el procesado será trasladado a las instalaciones militares donde se celebrará el juicio. También puede ocurrir que el procesado solamente acuda a las citadas instalaciones cuando sea necesaria su presencia por asuntos que le atañan directamente o que, debido a su estado de salud, no pueda ser trasladado hasta ese lu gar y sea juzgado en su día.

Por otra parte, el abogado defensor de Carrés, Adolfo de Miguel Garcilópez, se negó a facilitar a este periódico cualquier información relativa a su defendido, y sólo indicó "que desconocía cómo iba a desarrollarse la situación por la que atraviesa el procesado", refiriéndose a si éste sería o no trasladado al Servicio Geográfico del Ejército. La no comparecencia de el único procesado civil en relación con la intentona del 23 de febrero tendría indudables consecuencias procesales.

El Consejo Supremo de Justicia Militar autorizó el traslado del ultraderechista a la referida clínica, dos meses después de haber denegado la misma petición cursada por su abogado defensor. Un tribunal médico acreditó que García Carrés sufre graves trastornos vasculares, déficit de riego coronario y diabetes.