Aprobado el Estatuto de autonomía de la Rioja, con la abstención comunista
El pleno del Congreso de los Diputados aprobó ayer el Estatuto de autonomía de La Rioja, tercero de los uniprovinciales y de los tramitados por la vía del artículo 143 de la Constitución y mediante el que se forma la séptima comunidad autónoma en la nueva organización territorial del Estado diseñada por la Constitución de 1978. El texto aprobado es fruto del acuerdo básico entre centristas y socialistas, consecuencia a su vez de los pactos autonómicos entre el Gobierno y el PSOE. La oposición comunista, materializada en la defensa de numerosas enmiendas, se convirtió en abstención en la votación final de conjunto.
La citada votación, que requería mayoría absoluta por el carácter de ley orgánica que tiene el Estatuto, registró 271 votos favorables, ninguno en contra y veintisiete abstenciones. Los diputados Javier Sáenz Cosculluela (PSOE) y Luis Javier Rodríguez Moroy (UCD), ambos riojanos, se felicitaron por la aprobación del Estatuto que consagra la autonomía de una nueva región española. También, por Coalición Democrática, Manuel Fraga explicó el voto favorable de su grupo a un Estatuto, del que destacó su carácter no nacionalista, al tiempo que estimó digna de apoyo la técnica de los estatutos uniprovinciales.El comunista Jordi Solé Tura, sobre quien recayó el peso del debate a través de la defensa constante de enmiendas al texto estatutario, destacó la importancla de las cuestiones planteadas por su grupo, a pesar de lo cual había considerado conveniente abstenerse en la votación final de conjunto, por considerar que, con todos sus defectos, es un "hecho positivo" que se establezca una nueva comunidad a'utónoma. Entre los puntos destacados de la oposición comunista al Estatuto de La Rioja, figuran la limitación de las competencias de la comunidad autónoma, los problemas electorales resueltos defectuosamente, y la mecánica de la disposición transitoria que deja en manos de los actuales miembros de la Diputación provincial el momento decisivo de la puesta en marcha de la comunidad autónoma.
Los socialistas tambien mantienen discrepancias
También los socialistas manifestaron sus discrepancias con la cuestión concreta del régimen transitorio de puesta en marcha de la comunidad autónoma. Sáenz Cosculluela estimó que no es razonable, que los parlamentarios del Congreso y del Senado continúen en su protagonismo en la puesta en marcha del Estatuto de La Rioja, incluso en el caso de disolución anticipada de las Cortes. El centrista Rodríguez Moroy señaló que se trata de las únicas personas con mandato popular, por lo que era adecuado el criterio de que formen parte, junto a los diputados provinciales, de la Junta provisional que iniciará los primeros trámites estatutarios y convocará las elecciones. En este punto, los socialistas votaron en contra, pero su enmienda fue rechazada por 122 votos favorables, 145 en contra y 31 abstenciones.
Durante todo el debate del Estatuto de La Rioja, pesó firmemente el acuerdo autonómico obtenido entre el Gobierno y el PSOE y firmado el 31 de julio de 1981 por Leopoldo Calvo Sotelo y Felipe González. En cambio, la no participación comunista en este acuerdo quedó en evidencia, no solo en la defensa de numerosas enmiendas, sino también en su oposición general al establecimiento de comunidades autónomas uniprovinciales.
La Rioja, en la que solo tienen representación parlamentaria UCD (tres diputados y tres senadores) y el PSOE (un diputado y un senador), se convierte en la tercera comunidad autónoma uniprovincial, después de Asturias y Cantabria, y es la primera de España que no ha gozado de régimen preautonómico. A nivel del Estado, es la séptima comunidad autónoma, tras las tres citadas, Andalucía y nacionalidades históricas País Vasco, Cataluña y Galicia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.