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"El invierno es vuestro, la primavera es nuestra" rezan las pintadas de Solidaridad en el Báltico

Diez días después de los incidentes del pasado 30 de enero, en los que más de doscientas personas fueron detenidas, la ciudad de Gdansk, en la costa del Báltico, aparecía tranquila, con discreta vigilancia policial y escaso tráfico, de vehículos y personas. En los astilleros Lenin, donde naciera, en agosto de 1980, el sindicato libre Solidaridad, el trabajo se desarrollaba normalmente, aunque la atmósfera era evidentemente tensa.

Un grupo de periodistas occidentales pudimos viajar el martes a Gdansk por primera vez desde la implantación del Estado de guerra en Polonia, el pasado día 13 de diciembre. La visita fue organizada y controlada por las autorldades polacas y los informadores tuvimos que adaptarnos a un programa oficial, viajar en grupo y asistir a varias conferencias de Prensa organizadas. No pudimos movernos libremente por la ciudad, aunque sí entrevistarnos con varios trabajadores de los astilleros Lenin y del puerto de Gdynla, en las afueras de Gdansk.Dos tanquetas del Ejército eran bien visibles en el aeropuerto cuando el vuelo charter procedente de Varsovia que transportaba a la Prensa extranjera aterrizó en el aeropuerto de Gdansk, la antigua Danzing. A bordo de dos autobuses y dos microbuses de la empresa turística estatal Orbis, y precedidos por un coche de policía, los periodistas recorrimos el camino entre el aeropuerto y la vecina ciudad de Gdynia. La nieve se acumulaba a los lados de la carretera, donde apenas circulaban vehículos civiles y había, estratégicamente situada, alguna tanqueta más. En la zona urbana, las calles estaban semidesiertas, los transeúntes miraban con asombro la caravana de vehículos a la que abría paso la policía y podían verse algunas colas en los establecimientos de alimentación.

A raíz de los incidentes del día 30 de enero el teléfono ha sido cortado de nuevo en Gdansk. Desde un teléfono público sólo se puede llamar a la policía, los bomberos o los servicios de urgencia médica. El toque de queda comienza a las ocho de la noche y dura hasta las cinco de la mañana. Por supuesto, y como en el resto de Polonia, los residentes de una provincia o voi-vodia no pueden salir de ella. Todas las comunicaciones con el extranjero continúan cortadas, excepto para las Embajadas y la Prensa.

La caravana se detiene en el puerto de Gdynla y los periodistas se dispersan en busca de trabajadores a los que preguntar cómo está la situación. Uno de ellos, con bigotes a lo Lech Walesa, dice: "No quiero contestar. No vale la pena". Cerca, otro obrero que maneja una grúa se dirige a nuestro íntérprete: "Dígales que nos dejen, porque si nos ven parados van a decir que estamos en huelga".

La conferencia de Prensa con el director del puerto, en un gélido salón, no ofrece el menor interés. No se ha despedldo a nadie después del día 13 de diciembre, asegura. Hay sólo tres trabajadores del puerto internados. No, no está autorizado a dar sus nombres. Sí, se trata de miembros de Solidaridad. El puerto está militarizado, pero no hay un comisario especial en él, slno que las autoridades militares vienen de vez en cuando.

A la pregunta de si el dirigente de Solldaridad en el puerto está libre y trabajando normalmente, responde que sí, y que se llama Jozef Kosk. A la pregunta de si podríamos verle, contesta que cabe esa posibilidad, pero no sabe si está ahora en su turno de trabajo. Nadie se preocupa de averiguarlo. El programa de la visita es muy apretado.

Antes de abandonar el puerto de Gdynia, una pintada hecha con tiza en la puerta de un almacén atrae la atención de muchos informadores: "Zjma wasza, wjosna nasza" ("El invierno es vuestro, la primavera es nuestra"). Firma el sindicato independiente Solidaridad.

A la puerta de los astilleros Lenin se levanta un monumento erigido, en diciembre de 1980, en memoria de los trabajadores que murieron en los disturbios registrados en los astilleros una década antes y que estuvieron motivados por una subida de precios. Son tres cruces metálicas de las que cuelgan anclas. En la base de una de las cruces, una escultura de hierro forjado representa a hombres y mujeres avanzando cogidos de¡ brazo, con una pancarta en la que se lee "Solidaridad". En la pared de los astilleros, el salmo 29-28-11 traducido por el premio nobel de Literatura polaco Czeslaw Milos: "El Señor da fuerza a su pueblo, el Señor da la bendición de la paz a su pueblo". Hay flores, todavía frescas, al pie del monumento.

Los astilleros Lenin, cuna del sindicato libre Solidaridad y escenario de -huelgas históricas en la vida de Polonia, ofrecen un aspecto tranquilo. Gigantescas grúas verdes se levantan por todos lados. Se dan los últimos retoques a un barco que va destinado a la República Popular China. Mercantes soviéticos se someten a reparaciones en los diques.

Uno de los trabajadores de los astilleros nos dice que todo está tranquilo ahora, aunque hay mucha tensión. Mañana es día de cobro, el primero después de las subidas de precios decretadas por el Gobierno el pasado lunes, que en algunos productos han liegado al 300%. "No sé cuánto cobraremos mañana, pero es seguro que no me va a llegar de ningún modo", confiesa otro obrero.

Todos los trabajadores del astillero han tenido que firmar un documento, para volver al trabajo, en el que se comprometen a no ir a la huelga ni realizar actividades antisocialistas. En la sección K- 1 de los astilleros nos cuentan que, ahora, los sueldos son más bajos, que el reglamento es más severo y que trabajan 42 horas a la semana. La visita de los periodistas extranjeros no les había sido advertida, aunque sí sabían que alguien iba a venir, porque les dijeron que limpiaran sus secciones respectivas.

Arrestados

Entre el ruido ensordecedor de las herramientas que moldean el metal, un trabajador con cara de niño nos dice que en su sección hay tres compañeros arrestados. Uno era dirigente de Solidaridad y otro pertenecía a un comité pro liberación de presos políticos. No saben con exactitud cuánta gente ha sido despedida. Todos se muestran muy pesimistas y varios se confiesan desanimados y cansados. Cuando se les pregunta por el futuro, muchos de ellos dicen que, en su opinión, Solidaridad tendrá que seguir existiendo, aunque de forma diferente. Uno de ellos dice en voz baja: "El invierno es vuestro, la primavera es nuestra". Más tarde, otro trabajador quita importancia a esa consigna que parece indicar la voluntad de resistencia. Uno de los obreros nos confiesa que sí ha visto boletines y octavillas clandestinas de Solidaridad.El director de los astilleros, Stanislaw Zaczek, responde a las preguntas de los periodistas. El ha sido nombrado para el cargo el día 23 de diciembre (diez días después de la implantación de la ley, marcial), y el director anterior está de vacaciones, porque tenía acumuladas las de varios años. Hace unos cuantos trabajadores internados o detenidos. No da cifras concretas de despedidos, sino que se pierde en porcentajes y datos sobre jubilados, ausentes por enfermedad y cosas por el estilo.

Jan Labedzki, primer secretario del Partido Obrero Unificacio Polaco (POUP, comunista) en los astilleros Lenin, dice que antes de agosto de 1980 había 3.050 afiliados en los astilleros y que ahora hay 2.635. No le importa, porque "un miembro del partido ha de ser un obrero modelo. Hay que cuidar la calidad, no la cantidad"', asegura.

La última conferencia de Prensa, con dos vicegoberna.dores de la provincia, el fiscal, el Llcalcle y el primer secretario del POUP en Gdansk, tiene lugar por la tarde. El fiscal indica que en los disturbios del día 30 de enerc, fueron detenidas 205 personas, de Ias que cincuenta fueron puestas en libertad después. Un coche de policía fue quemado, se rompieron varios escaparates y ardieron algunos libros. Los manifestantes, que se concentraron en el monumento situado a la puerta de los astilleros, asaltaron la biblioteca municipal.

Entre los detenidos había veintiséis obreros, veinticino estudiantes, veinte alumnos de liceo y quince menores de diecicicho años. Seis manifestantes y ocho policías resultaron heridos, según el fiscal.

Surrealismo

La conferencia de Prensa adquiere tintes surrealistas a medida que pasa el tiempo. Nadie sabe el número de internados o detenidos en la provincia ni en la ciudiad. El fiscal dice que a veinte personas se las ha condenado por delitos cometidos contra la ley marcial y que los detenidos por este motivo han sido 235.Cuando un periodista norteamericano pregunta al prirrier secretario del POUP de GIansk, Edward Kijek, que si sabe lo que significa esa consigna de "el invierno es vuestro, la primavera es nuestra", el dirigente comunista monta en cólera y respcinde (que "si yo tuviera la misma mala idea que quien ha hecho la pregunta le respondería que significa que el invierno es de la propaganda occidental y que la primavera pertenece al partido". Cuando alguien pregunta si es cierto que se ha convocado una manifestación en Gdansk para el día 13 de febrero (segundo mes bajo la ley marcial) una de las autoridades de Crdansk habla de provocación, se refiere al show de televisión de Reagan y acusa a los norteamericanos de no vender maíz a Polonia. "Nio hay tanques en las calles de Gdansk y no va a pasar nada en Gdansk", asegura uno de los vicegobernadores.

En cuanto a Tadeusz Fisbach, primer secretario provincial del partido, dimitió voluntariamente, afirman las autoridades, porque sus condiciones fisicas y psíquicas le impedían continuan desempeñando su puesto.

De nuevo en el aeropuerto de Gdansk, tras recorrer el camino en la misma caravana de autobuses acompañada por un coche de la policía, un pasquín pelado en una puerta reproduce un mensaje del primer ministro, general Jaruzelski, en el que dice que hay que impedir por todos los medios la guerra civil y exhorta a que "nadie levante barricadas donde hay que tender puentes".

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