_
_
_
_

La unidad de la Alianza Atlántica

Abc

( ... ) Siete semanas después de la proclamación del estado de guerra en Polonia, Washington ha logrado disipar buena parte de las ambigüedades occidentales sobre las intenciones del general Jaruzelski, para denunciar y mostrar el total apoyo de las naciones libres al sindicato Solidaridad.Reagan, que no ha logrado por ahora convencer a sus aliados europeos sobre los riesgos de los negocios con el Este -y en especial del gasoducto, por lo que supone de dependencia energética de Europa frente a Moscú-, logró disipar, en parte, las tibiezas mantenidas por sus aliados frente a la crisis polaca. Porque los actos de solidaridad internacional con el sindicato de Lech Walesa han supuesto de hecho la denuncia no sólo de un golpe de fuerza, que acabó con el esforzado proceso de reformas, sino la tajante condena de un acto hostil y negativo para la distensión.

Pero, además, la iniciativa del presidente norteamericano supone un replanteamiento de la estrategia de Washington desde que se inició la larga crisis polaca. Cuando la Unión Soviética no tuvo más remedio que intervenir de manera directa para normalizar Afganistán, Jimmy Carter, desengañado de sus planteamientos simplistas con Moscú, decretó un embargo de cereales. Meses después, la iniciativa norteamericana, que tantos recelos y críticas suscitó en el mercado de futuros norteamericano, sólo propició la mejora de posiciones de Argentina en el mercado.

Parte de la lección de entonces fue aprendida, y Reagan ha logrado que de las renuentes condenas morales de un primer momento se haya pasado a una acción de firmeza; el presidente del Gobierno español reconoció que la violación polaca del Acta Final de Helsinki afectará de manera directa a la Conferencia de Madrid.(...)

2 de febrero

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_