El Club Marco Aurelio y el Colegio de Filosofía debaten aspectos de la sensibilidad cotidiana
Próximo ciclo sobre los análisis y las prácticas del secreto
El Club Marco Aurelio, de Madrid, que acaba de celebrar el primer ciclo de conferencias en torno al asunto Homo ludens-homo axiologicus, con la intervención de José Luis Aranguren, Eugenio Trías, Javier Muguerza, Gonzalo Torrente Ballester y Xavier Rubert de Ventós, y el Colegio de Filosofía de Barcelona, en su quinto año de actividades, son dos iniciativas independientes que pretenden el debate abierto sobre el pensamiento filosófico, cercano a la sensibilidad cotidiana, y la discusión de problemas culturales de actualidad.
El presidente del Club Marco Aurelio, José Luis Aranguren, catedrático de Filosofia de la Universidad Complutense, cerró el pasado martes el cielo Homo ludens-homo axiológicus con una conferencia sobre La moral en el tránsito de la sociedad industrial a una sociedad postindustrial problemática. Antes de su exposición, el profesor Aranguren aclaró que el Club Marco Aurelio no tiene nada que ver con las fundaciones o clubes, liberales u otros, e incluso no es exacta la calificación de un "club de escépticos", surgida en la presentación del programa y actividades. Sólo acepta esta expresión en su sentido etimológico, como el de quienes observan atentamente la realidad sin apresurarse a afirmar nada; es el sentido de la problematicidad, y no el desconcierto, y la sensibilidad para la paradoja, mucho más que una fácil entrega lúdica.Horacio Santiago-Otero, secretario general y coordinador del primer ciclo, considera positiva la experiencia de las conferencias y coloquios celebrados, dentro de la intención del Club Marco Aurelio de plantear problemas culturales que afectan a un gran número de personas y no suelen ser abordados desde tribunas oficiales y académicas. Se falla que a pesar de la escasa difusión de estas primeras actividades, cada conferencia ha tenido una asistencia media de cien personas, un público específico para cada tema y conferenciante, se han cubierto las premisas de interés y rigor en las exposiciones, celebradas en el salón de actos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Está previsto que los ciclos programados aparezcan a continuación en publicaciones. La próxima actividad se celebrará a mediados de febrero, con una mesa redonda en torno a El secreto, sus prácticas y sus análisis, con la participación de jesuitas, masones, políticos, periodistas; policías y abogados. A continuación se tratarán temas como el hombre, animal simbólico; religión y religiosidad en la sociedad industrial avanzada, ciencias humanas y tecnología, la conciencia histórica, economía y Estado, comunicación e información.
La herencia de los clásicos
Los filósofos Xavier Rubert de Ventás y Eugenio Trías, fundadores del Collegi de Filosofia, de Barcelona, han participado en el ciclo con conferencias sobre La feliz desintegración de la cultura mítica y Nihilismo y filosofía contemporánea, respectivamente. La intención del Colegio de Filosofía, desde su creación hace seis años, es buscar una alternativa a las aulas académicas. En opinión de Eugenio Trías, tanto el Colegio de Filosofia como el Club Marco Aurelio tienen actividades paralelas. Lo más importante es buscar un tipo de debate abierto, llevar el pensamiento filosófico a públicos de otros campos, con objeto de conectar los temas tradicionales, sin perder el legado de los clásicos, con problemas que preocupan a la sensibilidad cotidiana.Eugenio Trías, que cree más en los cortes generacionales que en los territoriales, se muestra escéptico al concretar una actual escuela catalana de filosofía, ya que los mismos fundadores del Colegio de Filosofia mantienen intereses diferenciados. El profesor de Estética de la Escuela de Arquitectura de Barcelona prepara un libro sobre Filosofía del futuro, síntesis de su proyecto filosófico de encontrar una difícil armonía entre pensamiento tradicional y modernismo.
Las últimas conferencias del ciclo, donde Trías hizo una reflexión sobre el sentido de la muerte, a partir de Platón, Nietzsche y Heidegger, fueron pronunciadas por Gonzalo Torrente Ballester, sobre la literatura como juego; Javier Muguerza, sobre el porvenir de la razón práctica, a partir de las aportaciones de Bloch y el marxismo, y José Luis Aranguren, en tomo a la moral como sistema filosófico y condicionada por la economía.
Javier Muguerza, catedrático de Filosofia de la UNED, señaló que la diferencia entre ser y deber ser es la premisa de la concepción utópica en Bloch, situado entre kantiano y hegeliano, y se interrogó si la razón práctica requiere la esperanza utópica o es una sinrazón. José Luis Aranguren explicó que a una economía postindustrial corresponde una nueva moral que ponga el sentido de la vida no en el goce cuantitativo del consumismo, sino en la buena vida de los placeres cualitativos.
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