Egipto desea que vuelvan los técnicos soviéticos expulsados por Sadat
El ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Kamal Hassan Alí, ha pedido a la Unión Soviética el regreso de los 66 expertos soviéticos que trabajaban en las tareas de mantenimiento en la presa de Assuán, expulsados el pasado mes de septiembre. Esta decisión se inscribe en el marco de la significativa mejora en las relaciones entre El Cairo y Moscú que se ha producido en las últimas semanas. Traduce también la voluntad de los dirigentes egipcios de reequilibrar su política con relación a Moscú, pero sin dejar de mantener unas relaciones privilegiadas con Washington.
Apenas cumplidos sus primeros cien días de Gobierno, tras el asesinato de Anuar el Sadat, el presidente Hosni Mubarak ha planteado el "inevitable retorno a sus puestos de los embajadores de Egipto y la URSS" en una entrevista concedida al semanario de la República Federal de Alemania (RFA) Der Spiegel.Sin embargo, Mubarak, que firmó personalmente en septiembre la orden de expulsión del embajador de la URSS en El Cairo, ha señalado que esta distensión con Moscú no significaba un cambio en la política exterior egipcia. Junto con el embajador fueron expulsados seis diplomáticos, dos periodistas y mas de mil técnicos soviéticos empleados en la presa de Assuán, en la industria siderúrgica y en algunos astilleros. En 1972 Sadat expulsó, en tan solo una semana, a 17.000 técnicos soviéticos al tiempo que amenazaba con romper relaciones con Moscú.
Más diplomáticos
Entre las señales de acercamiento entre los dos países hay que destacar la aceptación por parte del Gobierno de El Cairo de la petición soviética de aumentar el personal de su Embajada en la capital egipcia.La Embajada norteamericana en el El Cairo, la mas numerosa de las representaciones diplomáticas de EE UU, cuenta con mas de 800 empleados con nacionalidad estadounidense.
Por otro lado, Egipto, que trata de recuperar su lugar preponderante dentro del Movimiento de los No Alineados, quiere dar a su política exterior una imagen más equilibrada para frenar al grupo de países más próximos a Moscú y que mantienen una activa hostilidad hacia el régimen egipcio y su acuerdo de paz de Camp David con Israel. A este deshielo ha contribuido la decisión del Gobierno de Mubarak de poner en libertad a los más destacados dirigentes comunistas y de la izquierda laica egipcia, detenidos en septiembre por participar en un supuesto "compló contra el régimen, en connivencia con la Unión Soviética.
Los observadores, sin embargo, opinan que este acercamiento se debe a consideraciones de tipo económico y comercial. En estos momentos, Egipto dispone de importantes reservas de algodón, su principal producto de exportación, que no consigue colocar en el exterior y que está intentando venderlo a su principal cliente de antaño, la URSS.
Por otro lado, los dos países han alcanzado ya un acuerdo por el que las exportaciones egipcias a la URSS aumentarán en un 18% durante el presente año.
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